Por Julien Pretot
COURCHEVEL, Francia, 24 jul (Reuters) – Ben O’Connor logró una sensacional victoria en la 18ª etapa del Tour de Francia el jueves, cuando el intento de Jonas Vingegaard de destronar a Tadej Pogacar se vino abajo de forma espectacular en el campo de batalla alpino más brutal de la carrera.
El corredor australiano, con los ojos brillantes de determinación, lanzó un feroz ataque en solitario en el temible Col de la Loze y nunca miró atrás, logrando su segunda victoria de etapa en el Tour, tras su triunfo en Tignes en 2021.
“Hoy me sentí mucho mejor desde el principio. Estuve muy activo y creo que fue probablemente en la cima del (Col de la) Madeleine cuando me di cuenta de que podría tener una oportunidad”, afirmó.
Pogacar no sólo defendió su corona con una precisión glacial, sino que fue más allá, sacando 11 segundos más a Vingegaard y ampliando su ventaja en la general a 4 minutos y 26 segundos tras llegar segundo a la meta.
“Hoy ha sido brutal. Tal vez la etapa más dura que he hecho en el Tour”, admitió un agotado Vingegaard tras la llegada. “Teníamos un gran plan, ya lo han visto, pero no he podido sacarle ni un segundo a Tadej. El Tour aún no ha terminado”.
El Visma-Lease a Bike llegó a los Alpes con una estrategia global para una etapa con tres subidas monstruosas, pero lo que podría haber sido un audaz golpe maestro se quedó en nada.
En los 19,2 kilómetros de ascenso del Col de la Madeleine, Sepp Kuss aceleró con fuerza, seguido por los favoritos. Vingegaard atacó a 5 kms de la cima, pero Pogacar no se despegó de su rueda.
Entonces llegó el giro desconcertante. Tras un descenso vertiginoso, el danés se relajó de repente en el fondo del valle, invitando a sus rivales a reagruparse y despojando a su equipo de toda agresividad.
Por delante, O’Connor se escapó, dejando al colombiano Einer Rubio sin aliento a 16 kms de la meta en el Col de la Loze, una ascensión de 26,4 kms que rompe pulmones y se eleva a 2.304 metros sobre el nivel del mar.
Vingegaard hizo un último esfuerzo desesperado a 2 kms del final, pero Pogacar, sentado y sereno, lo absorbió antes de lanzar un contragolpe devastador en los últimos 500 metros, logrando una bonificación de seis segundos para continuar su marcha hacia su cuarto título en el Tour.
(Editado en español por Carlos Serrano)