Brasil busca evitar aranceles EEUU ante inminencia de fecha límite, pero las conversaciones están estancadas

Por Luciana Magalhaes, Lisandra Paraguassu, Bernardo Caram y Ana Mano

SAO PAULO, 25 jul (Reuters) – Brasil busca evitar los aranceles punitivos del 50% de Estados Unidos que iniciarían dentro de una semana, pero las conversaciones de alto nivel están estancadas y las empresas estadounidenses son reacias a enfrentarse sobre el tema al presidente Donald Trump, según funcionarios y líderes de la industria.

Trump vinculó los aranceles, que ha dicho que entrarían en vigor el 1 de agosto, al trato de Brasil al expresidente Jair Bolsonaro, quien está siendo juzgado por acusaciones de planear un golpe de Estado para impedir que el presidente Luiz Inácio Lula da Silva asumiera el cargo. Lula ha calificado la amenaza del gravamen de “chantaje inaceptable”.

No se han producido nuevas conversaciones diplomáticas desde el mes pasado, y una contrapropuesta brasileña enviada en mayo quedó sin respuesta, dijeron a Reuters dos diplomáticos con conocimiento del asunto.

El vicepresidente brasileño, Geraldo Alckmin, dijo a periodistas el jueves que reiteró la disposición del país a negociar en una conversación mantenida el sábado con el secretario de Comercio estadounidense, Howard Lutnick.

La falta de comunicación ha dejado a Brasil con cada vez menos opciones a medida que se acerca la fecha límite.

“Si él quisiera hablar, levantaría el teléfono y me llamaría”, dijo Lula sobre Trump en un evento el jueves.

La Casa Blanca no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

Las negociaciones se complican por las preocupaciones de Estados Unidos sobre el enjuiciamiento de Bolsonaro, un aliado de Trump, dijo un diplomático, calificándolo como un obstáculo importante.

Trump anunció la propuesta de imponer aranceles del 50% a Brasil el 9 de julio, a pesar del superávit comercial de Estados Unidos con la mayor economía de América Latina, lo que lo expone a uno de los gravámenes más elevados del mundo, cercano a la tasa del 55% de China.

En una serie de 18 reuniones, Alckmin ha instado a representantes de empresas estadounidenses como General Motors, John Deere y Alphabet Inc a presionar a Washington sobre el tema. Sin embargo, las firmas son reacias a enfrentarse a Trump por temor a represalias, según un funcionario del Gobierno y Ricardo Alban, presidente del principal lobby industrial de Brasil, CNI.

“Las cosas están muy tensas”, dijo Alban a periodistas el jueves. También el jueves, un grupo de senadores demócratas condenó los aranceles a Brasil como un “claro abuso de poder” en una carta a Trump.

Los aranceles podrían tener un grave impacto económico. El CNI calcula que podrían perderse más de 100.000 empleos en Brasil, lo que podría recortar un 0,2% del Producto Interno Bruto del país. El poderoso grupo de presión de la agroindustria del país, CNA, prevé que el valor de sus exportaciones a Estados Unidos podría caer a la mitad.

Alban dijo que el golpe potencial para los exportadores podría ser peor que la pandemia de COVID-19, y añadió que los líderes empresariales están pidiendo ayuda al gobierno, sugiriendo nuevas líneas de crédito.

En respuesta, algunas empresas ya están ajustando sus estrategias comerciales. El fabricante de motores WEG estudia un plan para utilizar sus plantas de México e India para abastecer a Estados Unidos, dijo su jefe financiero a analistas. El exportador de carne Naturafrig Alimentos ha empezado a redirigir los envíos a otros países, según su jefe comercial, Fabrizzio Capuci.

Otras compañías están recurriendo a los tribunales. El productor de jugo de naranja Johanna Foods, por ejemplo, ha demandado a la administración Trump por los aranceles propuestos. Empresas de sectores que van desde el acero a los productos químicos también se enfrentan a cancelaciones de contratos de exportación, según un asesor que pidió no ser nombrado.

(Reporte de Luciana Novaes Magalhaes y Ana Mano en Sao Paulo y Lisandra Paraguassu y Bernardo Caram en Brasilia; Reporte adicional de Gabriel Araujo en Sao Paulo y Nandita Bose en Washington; Escrito por Manuela Andreoni; Editado en Español por Manuel Farías)

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