Por Patricia Zengerle
WASHINGTON, 28 jul (Reuters) – Senadores estadounidenses de los dos principales partidos planean presentar esta semana proyectos de ley contra China por su trato a grupos minoritarios, disidentes y Taiwán, haciendo hincapié en la seguridad y los derechos humanos, mientras el presidente Donald Trump se centra en el comercio con Pekín.
Los tres proyectos de ley, a los que tuvo acceso Reuters antes de su presentación, tienen patrocinadores demócratas y republicanos, un cambio en el feroz partidismo que divide a Washington.
El impulso de Trump para alcanzar acuerdos económicos entre las dos mayores economías del mundo cuenta con un fuerte apoyo en el Congreso, especialmente de sus compañeros republicanos, pero ha llevado a algunos más duros con China a preocuparse de que el Gobierno estadounidense esté restando importancia a las cuestiones de seguridad.
“Sí parece que el presidente Trump está deseando negociar algún tipo de acuerdo con China, y se están abriendo brechas entre su enfoque hacia China y los enfoques de algunos miembros de su equipo, así como con el Congreso, que en general ha sido bastante de línea dura con China”, dijo Bonnie Glaser, experta en Asia del German Marshall Fund of the United States.
El deseo de una línea dura con China es uno de los pocos aspectos verdaderamente transversales en el Congreso fuertemente dividido, pese a que muchos legisladores apoyan los esfuerzos de Trump para reequilibrar la relación comercial bilateral.
“Estados Unidos no puede permitirse ser débil frente a la República Popular China y su agresión en todo el mundo”, dijo el demócrata Jeff Merkley, de Oregón, uno de los principales patrocinadores de los tres proyectos de ley.
“Independientemente de quién ocupe la Casa Blanca, los valores estadounidenses de libertad y derechos humanos deben seguir siendo el núcleo de una visión clara y basada en principios que guíe nuestro liderazgo en la escena mundial”, sostuvo Merkley en un comunicado.
La Casa Blanca no hizo comentarios de inmediato sobre la legislación prevista.
Funcionarios de la administración Trump han dicho que Trump sigue plenamente comprometido con las cuestiones de seguridad del Asia-Pacífico, al mismo tiempo que sigue con su agenda comercial y una buena relación personal con el presidente chino Xi Jinping.
El Ministerio de Asuntos Exteriores chino no respondió inmediatamente a una consulta de Reuters sobre los proyectos de ley.
COMERCIO VERSUS SEGURIDAD
Uno de los proyectos de ley, copatrocinado por el republicano John Cornyn, de Texas, denegaría la entrada en Estados Unidos a funcionarios o exfuncionarios del Gobierno chino que se considere que han participado en la repatriación forzosa de miembros de la minoría uigur de China.
Grupos de derechos humanos acusan a China de abusos generalizados contra los uigures, una minoría étnica mayoritariamente musulmana que cuenta con unos 10 millones de personas en la región noroccidental de Xinjiang. Pekín niega cualquier abuso.
Otro proyecto, copatrocinado por el republicano John Curtis, de Utah, pretende ayudar a Taiwán, que se enfrenta a una creciente presión de China. Apoyaría a los países de América Latina y el Caribe que mantienen relaciones diplomáticas oficiales con Taiwán y tomaría otras medidas para profundizar la coordinación con Taipei.
China reclama como suya la isla, gobernada democráticamente, y nunca ha renunciado al uso de la fuerza para someter a Taiwán a su control. Pekín ha intensificado la presión militar y política contra la isla en los últimos años.
Un tercer proyecto de ley, copatrocinado por el republicano Dan Sullivan, de Alaska, pretende combatir la “represión transnacional”, es decir, los esfuerzos de cualquier gobierno extranjero por salir de sus propias fronteras para intimidar, acosar o perjudicar a disidentes, periodistas o activistas.
Antes del plazo del 12 de agosto impuesto por Trump, altos funcionarios económicos de Estados Unidos y China se encuentran reunidos en Estocolmo el lunes para tratar de abordar sus antiguas disputas, con la esperanza de extender una tregua de tres meses y mantener a raya aranceles marcadamente más altos.
Trump “se preocupa por abrir los mercados extranjeros al comercio estadounidense, y eso es lo que siempre le ha importado. Y eso va a ir en contra de muchos imperativos de seguridad nacional”, dijo Michael Sobolik, que se especializa en las relaciones entre Estados Unidos y China en el Instituto Hudson.
(Información de Patricia Zengerle; Información adicional de Liz Lee en Pekín; Edición de Don Durfee, William Mallard, Toby Chopra y Nick Zieminski. Editado en español por Juana Casas)