La Fed mantendrá los tipos sin cambios pese a la presión de Trump por grandes recortes

Por Howard Schneider

WASHINGTON, 30 jul (Reuters) – Se espera que la Reserva Federal mantenga los tipos de interés sin cambios el miércoles, seis días después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volviera a exigir que el banco central estadounidense redujera los costes de endeudamiento durante una inusual visita presidencial a su sede en Washington.

La fuerte reducción del tipo de interés de referencia que quiere Trump —quien ha sugerido un recorte desde el rango actual del 4,25%-4,50% hasta un mínimo del 1%— está muy alejada de la realidad de una economía que ha seguido en gran medida una trayectoria estable durante las seis semanas transcurridas desde la última reunión de la Fed. Según muchos economistas, unos recortes de tipos tan drásticos probablemente impulsarían la inflación y están más en consonancia con lo que el banco central haría para sacar a la economía de una recesión.

Las exigencias de Trump, que han coincidido con una implacable campaña de ataques del presidente y de responsables del Gobierno de EEUU contra el presidente de la Fed, Jerome Powell, han causado poca impresión en los dirigentes monetarios. Incluso los defensores de un recorte de tipos en el Comité Federal de Mercado Abierto, el organismo que fija la política monetaria, se mostraron a favor de un recorte más tradicional de un cuarto de punto porcentual en la reunión de esta semana y no del agresivo recorte de tipos que defiende la Casa Blanca.

El modesto recorte de tipos parece ser una opinión minoritaria, limitada públicamente hasta ahora a dos personas nombradas por Trump para la Junta de Gobernadores de la Fed, el gobernador Christopher Waller y la vicepresidenta de Supervisión Michelle Bowman. Se especula que Waller y Bowman podrían emitir votos disidentes si la Fed mantiene estable el tipo de referencia el miércoles por quinta vez consecutiva desde diciembre

Se seguirá más de cerca cualquier pista en la redacción de la decisión de política monetaria de la Fed o en la conferencia de prensa posterior a la reunión de Powell sobre la posibilidad de un recorte de tipos en septiembre, una medida coherente tanto con los precios de mercado actuales de los contratos de fondos federales como con la perspectiva mediana que los dirigentes de la Fed tenían en junio, cuando anticiparon dos reducciones de tipos de un cuarto de punto porcentual para finales de año.

Está previsto que la Fed publique su comunicado de política monetaria a las 1800 GMT y que la rueda de prensa de Powell tenga lugar media hora más tarde.

CAMPAÑA DE PRESIÓN

Con la inflación aún por encima del objetivo del 2% de la Fed y la tasa de desempleo baja, no está claro hasta qué punto el comunicado o Powell proporcionarán orientación sobre la reunión del 16 y 17 de septiembre, con dos meses de datos de inflación y empleo aún por llegar antes de esa fecha.

“Esperamos que la Fed mantenga los tipos estables por quinta reunión consecutiva y mantenga en gran medida las señales existentes sobre las perspectivas de política monetaria”, escribieron el economista de Deutsche Bank Matthew Luzzetti y sus compañeros antes de la reunión de esta semana. Según sus previsiones, tanto Bowman como Waller discreparán, lo que marcaría la primera vez desde 1993 que dos gobernadores de la Reserva Federal rompen con el consenso.

“En cuanto a la política monetaria a corto plazo, es poco probable que Powell descarte la posibilidad de un recorte de tipos en septiembre o que aumente intencionadamente la probabilidad de ese resultado. En cambio, antes de la publicación de datos clave, incluidos otros dos informes de empleo e inflación, esperamos que siga indicando la postura de la Fed dependiente de los datos, lo que implicará tomar decisiones en cada reunión”, dijeron los analistas de Deutsche Bank.

Los responsables de política monetaria han adoptado un enfoque de “esperar y ver” con respecto a los recortes de tipos desde diciembre, cuando la reciente victoria electoral de Trump y su inminente toma de posesión plantearon la posibilidad en la mente de muchos economistas de que lo que había sido un descenso constante de la inflación podría revertirse, al menos temporalmente, si el Gobierno seguía adelante con sus promesas de campaña de imponer fuertes aranceles a las importaciones, limitar el crecimiento de la mano de obra mediante la deportación de migrantes e impulsar la demanda con recortes de impuestos y mayores déficits.

Los aranceles a la importación que se han impuesto hasta ahora son, en aspectos clave, inferiores a aquellos con los que amenazó el Gobierno en un principio, pero siguen siendo significativos, y en el último informe del Índice de Precios de Consumo habían empezado a elevar los precios de los bienes.

Trump, quien hizo campaña con la promesa de bajar los precios, ha insistido en que la inflación no es un riesgo y ha instado a recortar los tipos de forma inmediata, arremetiendo contra Powell por, en opinión del presidente, obligar a su Gobierno a pagar más para financiar sus déficits y provocar un aumento de los tipos hipotecarios para los potenciales compradores de vivienda.

La campaña de presión pareció culminar la semana pasada, cuando las críticas del Gobierno al proyecto de renovación de un edificio de la Fed llevaron a Trump a visitar las obras para verlo por sí mismo. La visita pareció disipar el riesgo de que Trump intentara despedir a Powell por este proyecto, aunque las demandas de recorte de los tipos continúan.

Powell ha dicho que tiene intención de seguir al frente de la Fed hasta que expire su mandato, el próximo mes de mayo.

(Información de Howard Schneider; edición de Paul Simao; edición en español de Paula Villalba)

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