Por Amy Lv, Lewis Jackson y Pratima Desai
PEKÍN/LONDRES, 31 jul (Reuters) – Los límites propuestos a las exportaciones estadounidenses de chatarra de cobre, cuyo objetivo es reducir la dependencia de la producción extranjera de este metal, probablemente no tendrán mucho impacto, según los analistas, ya que las exportaciones ya están por debajo del tope previsto.
El cobre es un material vital para las industrias de generación y transmisión de energía, para la inteligencia artificial, los centros de datos y los vehículos eléctricos.
En los nuevos anuncios arancelarios del miércoles, la Casa Blanca dijo que exigirá que el 25% de la chatarra de cobre de alta calidad producida en Estados Unidos -el mayor exportador mundial de este material- se venda en el país, en una medida para impulsar la producción nacional de cobre refinado utilizando chatarra como materia prima.
El decreto no definió la calidad ni especificó cuándo comenzará el requisito de uso doméstico, aunque un informe separado del secretario de Comercio apuntó a 2027.
Los analistas de Goldman Sachs dijeron en una nota el jueves que es poco probable que los flujos comerciales cambien como resultado, en parte porque “la chatarra de alta calidad probablemente ya se mantiene a nivel nacional”.
“Si nos fijamos en el mercado de la chatarra de cobre en su conjunto, no hay nada que ver aquí, porque Estados Unidos ya consume más del 40% de la chatarra de cobre en su propia producción de metal”, dijo Duncan Hobbs, de Concord Resources.
El año pasado, Estados Unidos exportó 4.500 millones de dólares en chatarra de cobre, la mitad de ellos a China. Sin embargo, las exportaciones a su mayor cliente han caído bruscamente desde el inicio de la guerra comercial, silenciando cualquier impacto potencial de la última propuesta del presidente Donald Trump.
Las exportaciones de chatarra de cobre a China en mayo tuvieron un valor de sólo 7,4 millones de dólares, por debajo de los 248 millones de dólares del año anterior, según datos de las aduanas estadounidenses.
(Editado en español por Carlos Serrano)