Por Lucila Sigal
SAN JUAN, 5 ago (Reuters) – Ejecutivos de tres importantes mineras de cobre que operan en Argentina expresaron la necesidad de que se extienda el plazo para aplicar a un régimen de incentivos del Gobierno para atraer grandes inversiones, especialmente para los proyectos que necesitan más tiempo por hallarse en etapa de exploración.
Argentina no produce el metal rojo desde el cierre de la mina Alumbrera en 2018, pero tiene proyectos de clase mundial que podrían posicionarlo entre los 10 mayores productores hacia 2030 gracias a la creciente demanda de cobre por la transición energética.
El Gobierno ultraliberal de Javier Milei ha buscado promover la llegada de capitales con el Régimen de Incentivo para Grandes Inversiones (RIGI), que está vigente hasta el 8 de julio de 2026, con la posibilidad de prorrogarse por única vez por un año más, aunque para algunas mineras de cobre ese plazo podría ser insuficiente.
En el marco de la II Conferencia Internacional Argentina Cobre que se celebra hasta el martes en San Juan, la provincia con más proyectos de cobre del país, los directivos de Vicuña, de BHP y Lundin Mining; de Los Azules, de McEwen Copper, y de Altar, de Aldebaran Resources, destacaron la importancia del régimen de incentivos.
Sin embargo, de los ocho proyectos de cobre de clase mundial que tiene Argentina, solo Los Azules, de McEwen Copper, ha aplicado al RIGI, que otorga beneficios para inversiones que superen los 200 millones de dólares, pero aún no fue aprobado. El Gobierno aún no ha hecho declaraciones sobre la posibilidad de ampliar el régimen.
“Es un problema real. Cuando hablas con inversores, el mensaje es: ‘No hay RIGI, no hay plata’. Y eso es complicado. Los riesgos asociados son enormes. Entonces el tema de tener este incentivo es muy importante”, dijo el lunes por la tarde Michael Meding, vicepresidente y gerente general de McEwen Copper.
“Espero que después de esto venga otro mecanismo, algo para exploración. Argentina necesita ese tipo de incentivos”, agregó.
Proyectos como Altar, actualmente en etapa de exploración avanzada y próximo a presentar su Estudio Económico Preliminar en septiembre, temen no llegar a tiempo de ingresar al plan de incentivos que brinda beneficios fiscales y aduaneros, acceso a arbitraje internacional en caso de disputas, seguridad jurídica y estabilidad a 30 años.
“¿Cómo hacemos los proyectos que venimos un poquito atrás y se nos cierra la ventana del RIGI, aún asumiendo que el Ejecutivo nacional da la extensión y llegamos a junio de 2027?”, se preguntó Javier Robeto, vicepresidente y country manager de Altar para Argentina, un proyecto en exploración avanzada.
“Es un desafío que tenemos como industria, el Gobierno y nuestros legisladores para ver de qué manera aseguramos que tengamos un marco que nos permita seguir avanzando, porque los grandes proyectos manejamos tiempos diferentes a otros sectores”, agregó antes de aclarar que su preocupación incluye a todos los proyectos en una etapa previa de desarrollo.
José Morea, director para Argentina de Vicuña, que opera los proyectos Josemaría y Filo del Sol, los más avanzados del país, dijo que su empresa prevé aplicar al RIGI “en el corto plazo” con un proyecto que tiene la potencialidad de ser “la inversión extranjera directa más grande de la historia argentina”.
El ejecutivo no dio a conocer el monto definitivo de la inversión, que dijo que la empresa dará a conocer cuando presente el informe técnico actualizado a principios de 2026.
(Reporte de Lucila Sigal; Editado por Nicolás Misculin)