Por Barbara Erling y Alan Charlish
VARSOVIA, 6 ago (Reuters) -El nuevo presidente polaco, Karol Nawrocki, prometió el miércoles cambiar la Constitución del país para proteger su soberanía, en un discurso ante el Parlamento tras su toma de posesión que preparó el terreno para una batalla con el Gobierno sobre las normas democráticas.
El discurso del nacionalista Nawrocki inició lo que parece que serán al menos dos años de agrio conflicto con el primer ministro, el centrista Donald Tusk, que quiere acercar Varsovia a la UE y hacer retroceder las cuestionadas reformas judiciales aplicadas por los aliados del presidente, el partido conservador Ley y Justicia (PiS, por sus siglas en polaco).
El presidente tiene poder para vetar leyes, lo que lleva al bloqueo político ya vivido bajo la anterior presidencia, de Andrzej Duda, aliado del PiS, que terminó el miércoles. El presidente también puede proponer sus propios proyectos de ley.
No especificó qué cambios pretendía, pero pidió que se limitaran los ámbitos en los que puede influir la UE. El PiS acusa a Tusk de socavar la Constitución en sus esfuerzos por deshacer las reformas del Tribunal, que según la UE subvierten las normas democráticas. El PiS dice que hicieron el sistema más justo y eficaz.
Sin embargo, para cambiar la Constitución se requiere una mayoría de dos tercios en el Parlamento. El PiS está actualmente en la oposición tras perder el poder en 2023, pero espera que la victoria de Nawrocki lo impulse a la victoria en las próximas elecciones parlamentarias de 2027.
“Recientemente, la Constitución polaca ha sido violada con tanta regularidad que nosotros, como clase política, debemos empezar a trabajar en soluciones para una nueva Constitución que estará lista para su adopción, espero y creo, en 2030”, dijo Nawrocki.
El exdirector del Instituto de Memoria Nacional de Polonia, que recibió el apoyo del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se mostró contrario a la inmigración ilegal y a que Polonia adopte el euro.
Ningún partido en Polonia ha propuesto unirse a la zona euro en un futuro previsible, pero tanto el Gobierno como el PiS han tratado de hablar con dureza sobre la inmigración.
“Por tanto, seré la voz de quienes quieren una Polonia soberana que esté en la Unión Europea (…), pero que es y seguirá siendo Polonia”, dijo, al tiempo que prometió oponerse a cualquier intento de Bruselas de “arrebatar a Polonia sus competencias”.
(Información de Alan Charlish, Barbara Erling y Pawel Florkiewicz; edición de Alex Richardson y Alison Williams; editado en español por Patrycja Dobrowolska y Jorge Ollero Castela)