Por Juveria Tabassum y Jessica DiNapoli
7 ago (Reuters) – Los hogares estadounidenses de bajos ingresos están recortando sus gastos en comidas fuera de casa, viajes y productos básicos como pañales, refrescos y cerveza, ya que los aranceles están a punto de hacer subir aún más los precios, dijeron ejecutivos de Procter & Gamble, Coca-Cola y Chipotle Mexican Grill.
Los consumidores buscan cada vez más gangas, según los informes de resultados y los comentarios de los ejecutivos de las dos últimas semanas. Los expertos esperan que los márgenes de beneficio se reduzcan a medida que las empresas descubran que ya no pueden confiar en las alzas de precios para aumentar los ingresos.
Los aranceles, que los importadores tienden a repercutir en los consumidores, afectarán con mayor probabilidad a los más pobres, señalaron investigadores políticos del Laboratorio de Presupuestos de Yale y de la Fundación para la Investigación sobre la Igualdad de Oportunidades.
“Parece que hay ciertas cohortes de consumidores, sin duda las de rentas más bajas, que sienten la presión en estos momentos”, dijo a Reuters Adam Rymer, director financiero de Chipotle Mexican Grill.
Las definiciones de “bajos ingresos” pueden variar ampliamente y dependen del número de dependientes o niños en un hogar y de dónde vivan los consumidores.
Bank of America, el segundo mayor banco del país orientado al consumidor, ha descrito en notas de análisis a los que ganan 50.000 dólares al año o menos como “ingresos bajos” y más propensos a vivir al día.
Sin embargo, Chipotle, con sus burritos de 10 dólares, tiene un punto de referencia de 75.000 dólares o menos, mientras que para Coca-Cola se sitúa en menos de 40.000 dólares.
El líder de productos de consumo P&G adoptó un tono cauto en su pronóstico para su próximo año fiscal, diciendo que los compradores de todos los ingresos están conteniendo el gasto por los aranceles y la represión de la inmigración, junto con el aumento de las tasas de interés y la inflación.
Coca-Cola está comercializando refrescos más asequibles para los consumidores de menores ingresos, dijo su presidente ejecutivo, James Quincey, y la cervecera Molson Coors añadió que esos compradores buscan envases más pequeños.
Los consumidores se están apretando el cinturón a medida que se acelera la inflación y las empresas suben los precios de las compras cotidianas, como el chocolate Hershey y el detergente Tide. También se avecinan recortes en los programas federales de ayuda alimentaria, y los ahorros que los consumidores hayan sumado durante la pandemia se han esfumado.
“Volver a atraer a los consumidores con rentas bajas es fundamental, ya que suelen visitar nuestros restaurantes con más frecuencia que los de rentas medias y altas”, afirmó Chris Kempczinski, presidente ejecutivo de McDonald’s.
Las visitas de los consumidores con menos ingresos del sector de la comida rápida han disminuido en un porcentaje de dos dígitos con respecto al año pasado y el menor crecimiento del empleo en julio los ha inquietado aún más, señaló.
Para atraer a los consumidores con presupuestos ajustados, las cadenas de comida rápida ofrecen menús selectos a unos 5 dólares, pero los hogares con menos ingresos buscan ofertas aún mejores. McDonald’s dijo que las ventas de su reintroducido “snack wrap” de 2,99 dólares son “alentadoras”.
Taco Bell presentó productos de entre 1 y 3 dólares, como refrescos y burritos, lo que contribuyó a mantener la demanda en la cadena tex-mex, pero las ventas de pizzas y cubos de pollo frito más caros en Pizza Hut y KFC fueron escasas, según el informe de resultados de Yum Brands de esta semana.
(Reportaje de Juveria Tabassum en Bengaluru; información adicional de Manya Saini en Bengaluru, Waylon Cunningham en Nueva York; Editado en español por Carlos Serrano)