Por Mei Mei Chu y Joe Cash
PEKÍN, 20 ago (Reuters) – China organizará el mes que viene un enorme desfile militar en el corazón de Pekín para conmemorar los 80 años del final de la Segunda Guerra Mundial tras la rendición de Japón, movilizando a decenas de miles de personas y exhibiendo armas nunca vistas.
Cientos de aviones, incluidos cazas y bombarderos, así como armamento de alta tecnología, como armas de ataque de precisión capaces de viajar a una velocidad cinco veces superior a la del sonido, participarán en el desfile, según informaron oficiales militares en una rueda de prensa el miércoles.
El desfile, el segundo de este tipo desde 2015 para conmemorar la rendición formal de las fuerzas japonesas en septiembre de 1945, será una muestra de la fuerza militar de China mientras algunos de sus vecinos y países occidentales observan con preocupación la proyección de poder del Ejército Popular de Liberación en los últimos años.
Desde camiones equipados con dispositivos para derribar aviones no tripulados hasta nuevos tanques y aviones de alerta temprana para proteger los portaaviones chinos, los agregados militares y los analistas de seguridad afirman que prevén una gran cantidad de armas y equipos nuevos en el desfile.
Las adiciones a su creciente conjunto de misiles, en particular las versiones antibuque y las armas con capacidad hipersónica, serán observadas con especial atención mientras Estados Unidos y sus aliados se preparan para contrarrestar a China en cualquier futuro conflicto regional.
“(Las armas y equipos) demostrarán plenamente la sólida capacidad de nuestro ejército para adaptarse a los avances tecnológicos y a la evolución de los patrones bélicos y para ganar futuras guerras”, dijo a la prensa Wu Zeke, subdirector del desfile militar.
Los nuevos armamentos que se estrenarán en el desfile representarán una parte significativa de los que se exhibirán, según los responsables militares.
No se ha revelado el número exacto de tropas, armas y equipos que se exhibirán.
El desfile del “Día de la Victoria” del 3 de septiembre, de unos 70 minutos de duración y compuesto por 45 formaciones de soldados, será contemplado por el presidente Xi Jinping en la plaza de Tiananmén junto a varios líderes y dignatarios extranjeros, entre ellos el presidente de Rusia, Vladimir Putin, que también asistió al desfile de 2015.
En el último desfile de la Segunda Guerra Mundial, más de 12.000 soldados, incluidos diversos contingentes desde Rusia y Bielorrusia hasta Mongolia y Camboya, desfilaron por la ciudad junto a veteranos. Pekín también había movilizado más de 500 piezas de equipo militar y 200 aviones.
(Información de Mei Mei Chu y Joe Cash; información adicional de Gregory Torode en Hong Kong; redacción de Ryan Woo; edición de Jacqueline Wong y Raju Gopalakrishnan; editado en español por Patrycja Dobrowolska)