Por Luc Cohen y Nate Raymond
NUEVA YORK, 25 ago (Reuters) -El excapo mexicano de la droga Ismael “El Mayo” Zambada admitió el lunes en un tribunal estadounidense haber ordenado asesinatos y enviado millones de kilogramos de cocaína durante las décadas que estuvo al frente del violento cártel de Sinaloa.
Zambada, de 75 años, se enfrenta a una pena obligatoria de cadena perpetua tras declararse culpable en un tribunal de Brooklyn de los cargos de conspiración para cometer extorsión y dirigir una organización criminal que, según los fiscales, fue responsable de inundar Estados Unidos con cocaína, heroína y fentanilo.
Estos cargos se derivan de su papel durante décadas al frente del cártel de Sinaloa junto con el narcotraficante encarcelado Joaquín “El Chapo” Guzmán, que cumple cadena perpetua en una prisión de máxima seguridad en Colorado.
Zambada aceptó declararse culpable después de que el Departamento de Justicia dijera este mes que no pediría la pena de muerte para Zambada ni para Rafael Caro Quintero, otro septuagenario presunto narcotraficante mexicano que se enfrenta a cargos en Estados Unidos.
Zambada vestía una camiseta azul de la prisión sobre una camisa naranja de manga larga y caminaba con una ligera cojera al entrar en la sala del juez federal Brian Cogan, que estaba repleta de miembros de la Agencia Antidrogas (DEA) y otras agencias policiales estadounidenses.
Con el pelo gris y una barba frondosa, sonrió a sus abogados defensores antes de declararse culpable.
Hablando en voz baja a través de un intérprete, Zambada relató una vida dedicada al crimen que, según él, comenzó cuando plantó una planta de marihuana en 1969, a los 19 años.
Dijo que el cártel de Sinaloa, bajo su liderazgo, transportó más de 1,5 millones de kilogramos de cocaína, recaudando cientos de millones de dólares al año.
Zambada sostuvo que el cártel sobornaba a políticos y policías mexicanos para proteger su droga, y afirmó que ordenó a hombres armados bajo su mando asesinar a rivales.
Zambada reconoció la muerte de lo que dijo eran muchas personas inocentes y pidió perdón a los que sufrieron o se vieron afectados por su accionar.
Había sido detenido en julio de 2024 junto a Joaquín Guzmán López, uno de los hijos de Guzmán, después de que el avión en el que viajaban aterrizara en una pequeña pista de Nuevo México.
El abogado de Zambada ha afirmado que Guzmán López lo secuestró, lo que ha sido desmentido por el abogado de la familia Guzmán.
Guzmán López se ha declarado inocente de los cargos de tráfico de drogas que le imputan en Estados Unidos. Los fiscales han afirmado que no solicitarán la pena de muerte para él si es declarado culpable.
(Reporte de Luc Cohen en Nueva York y Nate Raymond en Boston. Editado en español por Natalia Ramos y Javier Leira)