PEKÍN, 27 ago (Reuters) – Los beneficios de la industria de China cayeron en julio por tercer mes consecutivo mientras las empresas sufrían dificultades para hacer frente a la demanda contenida y a la persistente deflación en las fábricas, a pesar de las medidas económicas adoptadas para ayudar a apuntalar la recuperación económica.
Las exportaciones superaron las expectativas el mes pasado, pero una serie de indicadores decepcionantes han mantenido la presión sobre Pekín para que despliegue más estímulos.
El Gobierno ha introducido medidas para impulsar el consumo interno y frenar la guerra de precios, pero estos esfuerzos aún no han dado resultados significativos en un contexto de continuas presiones deflacionistas y una prolongada recesión inmobiliaria.
Los beneficios de las empresas industriales chinas descendieron un 1,5% en julio con respecto al año anterior, tras un desplome del 4,3% en junio, mientras que la caída de los beneficios del 1,8% en el primer semestre se suavizó ligeramente hasta el 1,7% en el periodo enero-julio, según mostraron el miércoles los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas.
La tregua comercial entre China y Estados Unidos ha contribuido a aliviar las tensiones entre las dos potencias económicas, pero los analistas afirman que la incertidumbre para las empresas ante la falta de un acuerdo duradero está minando la confianza.
“La escalada de aranceles este año podría exacerbar lo que ya es una fuerte competencia de costes en un clima de preocupación por el exceso de capacidad. Como tal, gran parte de la responsabilidad recae en el apoyo a las políticas para impulsar la demanda interna este año para ayudar a compensar este lastre”, dijo Lynn Song, economista jefe de ING para la región de Gran China.
Como señal de los efectos de la dura competencia de costes, los principales fabricantes chinos de energía solar, como Tongwei Co , JA Solar y Jinko Solar registraron mayores pérdidas en el primer semestre debido a la caída de los precios.
Anhui Jianghuai Automobile , uno de los principales fabricantes estatales de automóviles, registró unas pérdidas netas de 772,8 millones de yuanes en el primer semestre, frente a los beneficios de 300,8 millones del mismo periodo del año anterior.
Pekín ha incrementado el gasto en infraestructuras y las subvenciones al consumo, junto con una constante relajación monetaria, aunque la débil confianza de las empresas y los consumidores ha lastrado la demanda y la economía en general. En julio, los préstamos bancarios chinos se contrajeron inesperadamente por primera vez en 20 años.
(1 dólar = 7,1551 yuanes chinos)
(Información de Qiaoyi Li, Tina Qiao y Ryan Woo; edición de Jacqueline Wong y Shri Navaratnam; edición en español de Jorge Ollero Castela)