BOGOTÁ, 7 sep (Reuters) – Cuarenta y cinco soldados colombianos fueron liberados el lunes por civiles que, presionados por guerrilleros izquierdistas, los mantenían secuestrados en una zona montañosa del suroeste del país, estratégica para el narcotráfico y que el Gobierno busca recuperar, informó el Ejército Nacional.
El secuestro, en el que participaron unos 600 campesinos en el último de una serie de incidentes similares, se registró el domingo en zona rural del municipio de El Tambo, en el departamento del Cauca, en donde las Fuerzas Armadas lanzaron desde 2024 una operación para desalojar a grupos armados ilegales de la región con extensos cultivos de hoja de coca y clave para la producción y tráfico de cocaína.
“Fueron liberados nuestros 45 uniformados que se encontraban secuestrados en la vereda Los Tigres, corregimiento de Honduras, en el municipio de El Tambo”, dijo la Tercera División del Ejército en su cuenta de X. “Aeronaves ingresaron hasta el lugar y regresaron sin novedad con todo el personal sano y salvo”.
La columna Carlos Patiño, una disidencia de la antigua guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) que rechazó un acuerdo de paz del 2016 para poner fin a un conflicto interno de seis décadas -que ha dejado más de 450.000 muertos y millones de desplazados- tiene una fuerte presencia en la zona del secuestro y posterior liberación.
Los combates y las retenciones de efectivos de las Fuerzas Armadas son frecuentes en Colombia, como parte de un conflicto interno armado en el que además de guerrillas izquierdistas intervienen otros grupos armados ilegales conformados por antiguos paramilitares de derecha.
Los civiles secuestran, atacan y obligan a los efectivos de las Fuerzas Militares y de la Policía Nacional a salir de determinadas zonas, en medio de presiones de la guerrilla que busca mantener el control de economías ilícitas como el narcotráfico, según el Gobierno.
Todos los grupos armados ilegales que se enfrentan entre sí y con las Fuerzas Armadas por el control territorial de zonas selváticas y montañosas se financian del narcotráfico y de la extracción ilícita de oro, de acuerdo con fuentes de seguridad.
El presidente izquierdista Gustavo Petro lanzó en el 2022 una política de paz total para tratar de poner fin a la confrontación a través de negociaciones, pero a menos de un año de terminar su Gobierno no hay ningún resultado concreto mientras que el conflicto y la violencia aumentan en el país de 50 millones de habitantes, aseguran grupos de derechos humanos.
(Reporte de Luis Jaime Acosta)