Por Nidal al-Mughrabi
EL CAIRO, 18 dic (Reuters) -Estados Unidos, junto con mediadores árabes, trató el miércoles de concluir un acuerdo entre Israel y Hamás para poner fin a la guerra de 14 meses en la Franja de Gaza, donde, según el personal médico, los ataques israelíes mataron al menos a 20 palestinos durante la noche.
Un responsable palestino cercano a las negociaciones dijo el miércoles que los mediadores habían reducido las diferencias en la mayoría de las cláusulas del acuerdo. Afirmó que Israel había introducido condiciones que Hamás rechazaba, pero no quiso dar más detalles.
El martes, fuentes cercanas a las conversaciones en El Cairo, la capital egipcia, dijeron que en los próximos días podría firmarse un acuerdo sobre un alto el fuego y la liberación de rehenes retenidos en Gaza a cambio de prisioneros palestinos retenidos por Israel.
Miembros del personal sanitario dijeron que un ataque aéreo israelí mató al menos a 10 personas en una casa de la ciudad septentrional de Beit Lahiya, donde las fuerzas del ejército operan desde octubre, mientras que seis murieron en ataques aéreos separados en la ciudad de Gaza, el campo de Nuseirat, en zonas centrales, y Ráfah, cerca de la frontera con Egipto.
En Beit Hanún, en el norte de la Franja de Gaza, fuentes médicas dijeron que cuatro personas habían muerto en un ataque aéreo contra una casa. No hubo comentarios inmediatos del portavoz militar israelí.
Las fuerzas israelíes llevan operando en las ciudades de Beit Hanún y Beit Lahiya, así como en el cercano campo de Jabalia, desde octubre, en una campaña que según el ejército pretende impedir que los milicianos de Hamás se reagrupen.
Los palestinos acusan a Israel de llevar a cabo actos de “limpieza étnica” para despoblar el extremo norte del enclave y crear una zona de exclusión. Israel lo niega.
Hamás no revela sus bajas y el Ministerio de Sanidad palestino no distingue en su balance diario de muertos entre combatientes y no combatientes.
El miércoles, el ejército israelí afirmó haber abatido a varios milicianos de Hamás que planeaban un ataque inminente contra las fuerzas israelíes que operaban en Jabalia.
Estados Unidos, al que se han unido mediadores de Egipto y Qatar, ha realizado intensos esfuerzos en los últimos días para avanzar en las conversaciones antes de que el presidente Joe Biden deje el cargo el mes que viene.
En Jerusalén, el presidente israelí, Isaac Herzog, se reunió con Adam Boehler, el enviado designado por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, para asuntos relacionados con los rehenes. Trump ha amenazado con que “se desatará un infierno” si Hamás no libera a sus rehenes antes del 20 de enero, día en que Trump regresa a la Casa Blanca.
El director de la CIA, William Burns, tenía previsto llegar a Doha el miércoles para mantener conversaciones con el primer ministro qatarí, el jeque Mohamed bin Abdulrahman al-Zani, sobre la reducción de las diferencias que aún existen entre Israel y Hamás, según otras fuentes conocedoras del asunto. La CIA no quiso hacer comentarios.
Los negociadores israelíes se encontraban en Doha el lunes para tratar de salvar las distancias entre Israel y Hamás sobre un acuerdo que Biden esbozó en mayo.
En el último año se han celebrado varias rondas de conversaciones, todas ellas fallidas, ya que Israel insiste en mantener su presencia militar en Gaza y Hamás se niega a liberar a los rehenes hasta que se retiren los militares.
La guerra de Gaza, desencadenada por un ataque dirigido por Hamás contra comunidades del sur de Israel en el que murieron unas 1.200 personas y más de 250 fueron secuestradas como rehenes, ha conmocionado a Oriente Próximo y ha dejado a Israel aislada internacionalmente.
La campaña militar israelí ha matado a más de 45.000 palestinos, desplazado a la mayoría de los 2,3 millones de habitantes de Gaza y reducido a ruinas gran parte del enclave costero.
(Información de Nidal al-Mughrabi; edición de Howard Goller y William Maclean; edición en español de Mireia Merino y Jorge Ollero Castela)
