La oleada de ventas de bonos británicos presiona a la ministra de Economía

Por William Schomberg

LONDRES, 9 ene (Reuters) – Rachel Reeves se enfrenta a su primera gran prueba como ministra de Economía británica después de que los costes de endeudamiento del Estado subieran bruscamente esta semana y la libra cayera, lo que podría obligarla a recortar el gasto en el futuro.

El Ministerio de Economía anunció a última hora del miércoles que mantendría “un férreo control” de las finanzas públicas, en respuesta a dos días de ventas masivas en los mercados de deuda, que llevaron la rentabilidad de la deuda pública británica a 30 años a niveles no vistos en 26 años.

El valor de la libra cayó junto con los precios de los “gilts” (títulos de la deuda británica), lo que ha llevado a algunos a establecer comparaciones con la crisis del “minipresupuesto” de 2022, que provocó la salida de Downing Street de la ex primera ministra Liz Truss, aunque los movimientos del mercado esta semana han sido menos bruscos que entonces.

Los rendimientos de los bonos volvieron a subir en las primeras operaciones del jueves, mientras que la libra se encaminaba a su mayor caída en tres días en casi dos años.

Los inversores, ya nerviosos por la próxima administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, están preocupados por la combinación del elevado endeudamiento previsto en el Reino Unido por Reeves y el primer ministro, Keir Starmer, y por el impacto de los mayores impuestos para las empresas.

El lanzamiento el pasado octubre del programa del nuevo Gobierno laborista, que prevé más inversión en servicios públicos e infraestructuras para acelerar el crecimiento económico, coincidió con una subida de los costes de endeudamiento en los mercados financieros mundiales provocada por la victoria electoral de Trump.

“La venta de los ‘gilts’ de los últimos días ha acaparado inevitablemente los titulares, donde una conclusión común ha sido señalar al Gobierno”, dijo Mike Riddell, gestor de carteras y del gigante de gestión de fondos Fidelity International.

“Pero esto sería errar el tiro. Se trata principalmente de una historia de renta fija global.”

El miércoles, los rendimientos de referencia de Estados Unidos a 10 años alcanzaron sus niveles más altos en más de ocho meses debido a las preocupaciones sobre el riesgo de que las políticas de la administración Trump —especialmente los aranceles— reactiven la inflación.

Ello podría empujar al alza la inflación en Estados Unidos, lo que elevaría los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense, con un efecto de contagio sobre los tipos del mercado británico, que tensan el ya ajustado presupuesto del Gobierno británico y pesan sobre la economía.

Además, los inversores creen que es probable que el Banco de Inglaterra solo se mueva lentamente con los recortes de los tipos de interés, dada la persistencia de las presiones inflacionistas en el mercado laboral del país.

DESVIACIÓN

Algunos de los problemas a los que se enfrenta Reeves se derivan de su primer discurso sobre el presupuesto, el 30 de octubre, cuando se dio a sí misma solo un pequeño margen de error para cumplir su objetivo de equilibrar el gasto en servicios públicos con los ingresos fiscales a finales de la década.

Los economistas creen que el reciente aumento de los costes de endeudamiento en el Reino Unido y el estancamiento de la economía —desde aproximadamente el momento de las elecciones del pasado mes de julio— significan que Reeves podría haberse desviado ya de la senda de sus objetivos, por lo que estaría obligada a anunciar nuevas medidas para demostrar a los inversores que puede reencauzar la situación.

Reeves ha dicho que no tiene previsto repetir grandes subidas de impuestos después de que, en abril, subiera las cotizaciones a la Seguridad Social para las empresas, lo que provocó protestas de los líderes empresariales y causó una ralentización de sus planes de contratación.

Según una encuesta realizada el jueves, las ofertas de empleo cayeron en diciembre.

En su lugar, podría anunciar recortes del gasto para los próximos años, pero cualquier medida que huela a austeridad —como las que ella misma ha criticado bajo bajo los anteriores Gobiernos conservadores— perjudicaría aún más la ya menguante popularidad del gobernante Partido Laborista y causaría tensiones en el gabinete.

Las próximas previsiones fiscales oficiales están previstas para el 26 de marzo, cuando Reeves pronuncie un discurso de actualización presupuestaria ante el Parlamento.

El Ministerio de Economía dijo el miércoles que Reeves pronunciaría un discurso en las próximas semanas sobre su estrategia económica y su plan de crecimiento.

Mohamed El-Erian, ex director ejecutivo del gigante de fondos de bonos PIMCO, dijo que Starmer y Reeves hicieron bien en centrarse inicialmente en mejorar el débil crecimiento de la productividad, pero se empantanaron en medidas impopulares como los recortes de las ayudas en las facturas energéticas para los pensionistas.

“Básicamente, el Gobierno perdió tracción en su misión de crecimiento, así que esta es una oportunidad para que el Gobierno recupere el control del relato”, dijo a la radio de la BBC. “Pero tiene que hacerlo de una manera que sea creíble, lo que significa medidas, especialmente en el lado de la productividad y el crecimiento”.

(Redacción de William Schomberg; edición de Christina Fincher; editado en español por Tomás Cobos)

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