BUENOS AIRES, 13 ene (Reuters) – La soja y el maíz de Argentina tendrán que soportar una ola de calor en los próximos días que afectará sus rendimientos, con el alivio de lluvias y una disminución de las temperaturas llegando el viernes, dijo el lunes el meteorólogo Germán Heinzenknecht.
Las elevadas temperaturas se producirán en el marco de una prolongada escasez de lluvias en la principal región agrícola de Argentina, donde la última vez que cayó agua fue el mes pasado, dijo Heinzenknecht, de la Consultora de Climatología Aplicada (CCA).
Sin embargo, según el experto el viernes ingresaría un frente de lluvias que llevaría alivio a la soja y el maíz del ciclo 2024/25 en Argentina, como también dijo a Reuters otro climatólogo, para luego dar inicio a un proceso de normalización de las precipitaciones.
“Esta es la semana más dura, con máximas de entre 36 y 37 grados, en algunas partes hasta 40 grados”, señaló el experto de la CCA. “Si vos sumas la falta de agua que hay, que no llueve en la zona núcleo desde el 23 de diciembre, se arma un combo explosivo”.
Argentina es el principal exportador mundial de aceite y harina de soja, y el tercero de maíz, y de acuerdo a la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) el país producirá entre 53 y 53,5 millones de toneladas de soja, y entre 50 y 51 millones de toneladas de maíz en la actual campaña.
Lluvias llevarán alivio y pondrán fin a la serie de días con elevadas temperaturas a partir del viernes, con zonas en la principal región agrícola recibiendo entre 25 y 40 milímetros de agua, aunque no de forma homogénea, explicó el meteorólogo.
Pero estas no llegarán a tiempo para evitar daños a las plantas. “No creo que los cultivos salgan ilesos, algo van a perder, alguna pérdida de rendimiento van a pagar”, dijo Heinzenknecht.
“UNA LUZ DE ESPERANZA”
Ahora, si bien el agua que se espera para el final de la semana llega tarde para revertir el daño causado por casi un mes de sequía en medio del verano austral, sí marcaría el comienzo de un cambio en el patrón climático que está causando alarma entre los productores argentinos.
“Se empieza a cortar la tendencia seca en general a partir de estas lluvias, empezaremos a tener una recurrencia más significativa de lluvias. En febrero ya podríamos tener lluvias normales”, señaló el especialista de la CCA.
Según Heinzenknecht, “la situación va a ser más normal a medida que avanza el verano. Hay una luz de esperanza”.
(Reporte de Maximilian Heath; Editado por Eliana Raszewski)