Mientras gazatíes regresan al norte, algunos israelíes cercanos a la frontera temen otro ataque

Por STAMOS PROUSALIS

SDEROT, Israel, 27 ene (Reuters) – Mientras que para algunos habitantes de Gaza volver a sus hogares en el norte es motivo de alegría, para algunos israelíes su regreso evoca el temor a otro posible ataque de Hamás.

Tras 15 meses de guerra, ahora en pausa con un acuerdo de alto el fuego que entró en vigor el 19 de enero, la visión de columnas de gente a pie o en vehículos por las principales carreteras que conducen al norte dejó a algunos israelíes de las comunidades cercanas preocupados por el futuro.

Sderot, a la vista de Gaza, fue una de las comunidades atacadas el 7 de octubre de 2023, cuando militantes de Hamás y otros hombres armados rompieron las barreras de seguridad, acabando con la vida de unas 1.200 personas y apresando a más de 250 rehenes.

“Vivo con mi familia allí mismo, y los terroristas estaban en la calle, nosotros encerrados en casa, ¿y de dónde venían? Del norte de Gaza”, dijo A. Ben-Dayian, de 48 años y cuyo hermano murió en el ataque.

“Así que ahora volvemos más o menos a la misma situación, tenemos montones de gazatíes y dentro de ellos montones de terroristas”.

La campaña de Israel en Gaza ha dejado a casi 47.000 palestinos muertos, según cifras del Ministerio de Sanidad dirigido por Hamás, y ha dejado el enclave costero convertido en un páramo de escombros que tardará años en reconstruirse. La mayor parte de la población fue desplazada.

Una fase inicial de alto el fuego de seis semanas acordada por Israel y Hamás incluye la retirada gradual de las fuerzas israelíes del centro de Gaza y el regreso de los palestinos desplazados al norte de Gaza, así como un aumento de la ayuda y la liberación de rehenes a cambio de detenidos palestinos.

Bezalel Smotrich, ministro de Finanzas israelí y jefe del partido ultranacionalista Sionismo Religioso, declaró que las imágenes de gazatíes regresando al norte y de vehículos Toyota blancos conducidos por la Franja de Gaza por militantes de Hamás uniformados eran “prueba del alto y terrible precio que Israel está pagando por este acuerdo”.

Los palestinos que se dirigen al norte han declarado a Reuters que esperan que reine la calma y que se ponga fin a la guerra, y muchos han dicho que pensaban que nunca tendrían la oportunidad de regresar.

Los que emprenden el viaje hacia el norte han pasado por puestos de control en una zona central del enclave donde los escáneres comprueban si hay armas ocultas en coches y otros vehículos.

A lo largo de las carreteras a ambos lados del puesto de control, en el llamado corredor de Netzarim, la policía de Hamás mantiene el orden, mientras que unidades de ingenieros con perros rastreadores comprueban la calzada en busca de artefactos explosivos sin detonar.

Pero para los israelíes que viven cerca y con los que habló Reuters, los controles de seguridad no significan nada. Para ellos, la amenaza sólo se ha detenido durante el acuerdo escalonado.

“Todo lo que ocurrió el 7 de octubre, en este momento en que permiten a los Nukhba (militantes de Hamás) volver (al norte de Gaza), se repetirá”, dijo Alex Spector, de 68 años y residente en Sderot.

(Redacción e información adicional de Steven Scheer en Jerusalén; Editado en español por Juana Casas)

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