FOTO DE ARCHIVO: Vista con dron del alojamiento donde el mes pasado se descubrió que 163 trabajadores contratados por Jinjiang, contratista de BYD, trabajaban en lo que las autoridades brasileñas dijeron que eran “condiciones similares a la esclavitud”, cerca de la obra de construcción de la fábrica de vehículos eléctricos de BYD en el Complejo Industrial de la ciudad de Camaçari, en el estado de Bahía, Brasil. 3 de enero de 2025. REUTERS/Joa Souza/Archivo