WASHINGTON, 3 feb (Reuters) -El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, celebró el lunes la decisión de Panamá de dejar expirar su participación en el plan global de infraestructura de China, calificando la medida de “gran paso adelante” para sus lazos con Estados Unidos.
Cualquier movimiento de Panamá para distanciarse de la Iniciativa de la Franja y la Ruta (BRI, por su sigla en inglés) del presidente chino Xi Jinping es una victoria para Washington, que ha argumentado que Pekín utiliza el plan para la “diplomacia de la trampa de la deuda” para cimentar su influencia global.
Rubio inició el fin de semana por Panamá, un estrecho socio de Estados Unidos en América Latina, su primer viaje al extranjero como secretario de Estado bajo la presidencia de Donald Trump y presionó al país de Centroamérica por sus lazos con China.
Después de las conversaciones con Rubio, el presidente panameño, José Raúl Mulino, dijo que el amplio acuerdo de su país para contribuir a la iniciativa china no se renovará, y podría terminar antes de tiempo. Añadió que el acuerdo expiraba en dos o tres años, pero no dio más detalles.
“El anuncio de ayer del presidente @JoseRaulMulino de que Panamá permitirá que expire su participación en la Iniciativa de la Franja y de la Ruta del PCCh es un gran paso adelante para las relaciones entre Estados Unidos y Panamá”, publicó Rubio en X tras abandonar el país centroamericano.
Panamá fue el primer país latinoamericano en respaldar oficialmente la Iniciativa de la BRI en noviembre de 2017, cinco meses después de cambiar sus lazos diplomáticos con China desde Taiwán, la isla gobernada democráticamente que Pekín reclama como su territorio.
China rechaza las críticas occidentales al plan, afirmando que más de 100 países se han unido a él y que ha impulsado el desarrollo global con nuevos puertos, puentes, ferrocarriles y otros proyectos.
Panamá ha tomado una “decisión lamentable”, declaró Fu Cong, embajador chino ante la ONU. “La campaña de desprestigio lanzada por Estados Unidos y otros países occidentales contra la Iniciativa de la Franja y la Ruta es totalmente infundada”, declaró en una conferencia de prensa en Nueva York.
Sin embargo, el plan chino de infraestructura ha sido objeto de controversia, ya que algunos países asociados se han quejado del elevado costo de los proyectos y de las dificultades para devolver los préstamos.
OPERACIONES DEL CANAL
Las preocupaciones de Estados Unidos se extienden desde hace tiempo a las operaciones de algunas empresas chinas cerca del Canal de Panamá, construida por Estados Unidos a principios del siglo XX y entregada a Panamá en 1999.
Una empresa con sede en Hong Kong opera dos puertos en ambas entradas de la vía navegable, mientras que dos compañías estatales chinas están construyendo por separado un cuarto puente sobre una de las entradas del canal.
El domingo, Rubio transmitió un mensaje de Trump en el sentido de que la presencia de China allí era una amenaza para el canal y una violación del tratado entre Estados Unidos y Panamá.
Tras las conversaciones con Rubio, Mulino se mostró dispuesto a revisar la concesión de 25 años a la empresa CK Hutchison Holdings, con sede en Hong Kong, renovada en 2021 para la explotación de los dos puertos de entrada, a la espera de los resultados de una auditoría.
El contrato ha estado en el punto de mira de legisladores estadounidenses y del Gobierno como ejemplo de la expansión de China en Panamá, que según ellos va en contra de un tratado de neutralidad firmado por ambos países en 1977.
Fu, el representante de China, dijo que las acusaciones sobre el control de Pekín sobre el canal eran “totalmente falsas” y que nunca había interferido en los asuntos de la vía interoceánica.
Rubio, en declaraciones a la prensa tras aterrizar en San Salvador en la siguiente etapa de su viaje por América Latina, calificó a Mulino de amigo de Estados Unidos y a Panamá de socio y aliado fuerte. Agregó que su visita había logrado “cosas potencialmente muy buenas”.
“No queremos tener una relación hostil o negativa con Panamá”, señaló.
Trump dijo más tarde que tiene programada una llamada con funcionarios panameños el viernes.
Ryan Berg, director del Programa de las Américas en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales de Washington, dijo que la auditoría podría proporcionar una manera de deshacer las concesiones si muestra que el acuerdo fue empañado por la corrupción.
“Eso proporciona un marco legal más amplio para que Panamá se desentienda de las concesiones y las reabra de modo que una empresa estadounidense o europea pueda entrar y ganar la licitación”, señaló Berg.
(Reporte de Michael Martina, Simon Lewis, Marianna Parraga, Jasper Ward, Susan Heavey y Michelle Nichols; Escrito por Michael Martina; Editado en español por Javier Leira y Raúl Cortés Fernández)