Por David Alire Garcia, Trevor Hunnicutt y David Ljunggren
CIUDAD DE MÉXICO/WASHINGTON/OTTAWA, 4 feb (Reuters) – El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, suspendió el lunes su amenaza de imponer fuertes aranceles a México y Canadá, acordando una pausa de 30 días a cambio de concesiones en materia de aplicación de la ley fronteriza y contra el crimen con los dos países vecinos.
Tanto el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, como la presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, dijeron que habían acordado reforzar los esfuerzos de aplicación de la ley en la frontera en respuesta a la exigencia de Trump de tomar medidas enérgicas contra la inmigración y el contrabando de drogas. De este modo, los aranceles del 25% que debían entrar en vigor el martes quedarían en suspenso durante 30 días.
Canadá acordó desplegar nueva tecnología y personal a lo largo de su frontera con Estados Unidos y lanzar esfuerzos de cooperación para luchar contra el crimen organizado, el contrabando de fentanilo y el blanqueo de capitales.
México acordó reforzar su frontera norte con 10.000 miembros de la Guardia Nacional para frenar el flujo de migración ilegal y drogas.
Estados Unidos también se comprometió a impedir el tráfico de armas de gran potencia hacia México, dijo Sheinbaum.
“Como presidente, es mi responsabilidad garantizar la seguridad de TODOS los estadounidenses, y eso es precisamente lo que estoy haciendo. Estoy muy satisfecho con este resultado inicial”, dijo Trump en redes sociales.
Los acuerdos previenen, por ahora, el inicio de una guerra comercial que los economistas predijeron que dañaría las economías de todos los involucrados y marcaría el comienzo de precios más altos para los consumidores.
Tras hablar por teléfono con ambos líderes, Trump dijo que intentaría negociar acuerdos económicos durante el próximo mes con los dos mayores socios comerciales de Estados Unidos, cuyas economías están estrechamente entrelazadas con la estadounidense desde que se alcanzara un histórico acuerdo de libre comercio en la década de 1990.
CHINA: LOS ARANCELES SIGUEN EN PIE
No ha surgido ningún acuerdo similar para China, que se enfrenta a aranceles generales del 10% que están preparados para comenzar a las 0501 GMT del martes. Un portavoz de la Casa Blanca dijo que Trump no hablaría con el presidente chino, Xi Jinping, hasta más adelante esta semana.
Trump advirtió que podría aumentar aún más los aranceles a Pekín.
“Esperemos que China deje de enviarnos fentanilo, y si no lo hace, los aranceles serán sustancialmente más altos”, dijo.
China ha descrito el problema del fentanilo como un asunto de Estados Unidos y ha dicho que impugnará los aranceles en la Organización Mundial del Comercio y adoptará otras contramedidas, pero también ha dejado la puerta abierta a las conversaciones.
El último giro de la saga hizo que el dólar canadiense se disparara tras caer a su nivel más bajo en más de dos décadas. La noticia también impulsó los futuros de los índices bursátiles estadounidenses tras una jornada de pérdidas en Wall Street.
Los grupos industriales, temerosos de la interrupción de las cadenas de suministro, acogieron con satisfacción la pausa.
“Es una noticia muy alentadora”, dijo Chris Davison, que dirige un grupo comercial de productores canadienses de colza. “Tenemos una industria fuertemente integrada que beneficia a ambos países”.
Trump sugirió el domingo que la Unión Europea sería su próximo objetivo, pero no dijo cuándo.
Los líderes de la UE, en una cumbre informal en Bruselas el lunes, dijeron que Europa estaría preparada para contraatacar si Estados Unidos impone aranceles, pero también pidieron juicio y negociación. Estados Unidos es el mayor socio comercial y de inversión de la UE.
Trump insinuó que Reino Unido, que abandonó la UE en 2020, podría librarse de los aranceles.
Trump reconoció durante el fin de semana que sus aranceles podrían causar cierto dolor a corto plazo a los consumidores estadounidenses, pero afirma que son necesarios para frenar la inmigración y el narcotráfico y estimular las industrias nacionales.
Los aranceles, tal y como se planearon originalmente, cubrirían casi la mitad de todas las importaciones estadounidenses y requerirían que Estados Unidos duplicara con creces su propia producción manufacturera para cubrir la brecha, una tarea inviable a corto plazo, según escribieron analistas de ING.
Otros analistas señalaron que los aranceles podrían llevar a Canadá y México a la recesión y desencadenar la “estanflación” -alta inflación, estancamiento del crecimiento y elevado desempleo- en su propio país.
(Información de David Alire García, Stefanie Eschenbacher y Brendan O’Boyle en Ciudad de México; Andrea Shalal, Jarrett Renshaw, David Lawder, Trevor Hunnicutt, Nandita Bose, Daphne Psaledakis, Douglas Gillison, Doina Chiacu y Susan Heavey en Washington; David Ljunggren y Promit Mukherjee en Ottawa; Ed White en Winnipeg; Kevin Krolicki y Qiaoyi Li en Pekín; Josephine Mason en Londres; Bart H. Meijer, Alessandro Parodi, Charlotte Van Campenhout, Andrew Gray, Sudip Kar-Gupta y Geert De Clerq en Europa; redacción de Andy Sullivan, Joseph Ax y Jeff Mason; edición de Alistair Bell, Lisa Shumaker y Rosalba O’Brien; edición en español de Jorge Ollero Castela)