Por Balazs Koranyi y Francesco Canepa
FRÁNCFORT, 6 feb (Reuters) – Los tipos de interés del Banco Central Europeo tienen margen para seguir bajando a medida que la inflación se modere, dijo Piero Cipollone, miembro del consejo del BCE, que advirtió de que la guerra comercial del Gobierno estadounidense con China podría tener un impacto perjudicial en la zona euro.
El BCE ha reducido los costes de financiación en cinco ocasiones desde junio, a medida que la preocupación por el crecimiento empieza a imponerse a la inquietud por los precios, y los inversores prevén al menos tres recortes de tipos más este año en un intento de impulsar una economía que lucha por salir de dos años de casi estancamiento.
“Todos estamos de acuerdo en que aún hay margen para ajustar los tipos a la baja”, dijo Cipollone a Reuters en una entrevista. “Estamos casi en el objetivo…(y) todavía estamos en territorio restrictivo”.
Pero la subida de los precios de la energía y las tensiones comerciales mundiales empujan al BCE en diferentes direcciones, por lo que no tiene sentido comprometerse con ningún movimiento específico por ahora, incluyendo un recorte muy anticipado y totalmente descontado en marzo, añadió Cipollone.
Con todo, la economía de la zona euro no ha cambiado fundamentalmente desde diciembre, cuando las proyecciones del BCE asumían cuatro recortes de tipos en 2025, incluido el que ya se produjo en una decisión unánime el mes pasado.
“La comprensión general de hacia dónde vamos está ahí, los fundamentos no han cambiado, así que no espero un gran cambio de dirección”, dijo Cipollone. “Esta convergencia con el objetivo de inflación es coherente con una senda de tipos de interés decrecientes”.
La inflación subió al 2,5% el mes pasado, pero el BCE considera que volverá al 2% este verano, tras cuatro años por encima del objetivo.
RIESGO CHINO
La gran incertidumbre es la política comercial de EEUU y eso podría afectar duramente a Europa, incluso antes de cualquier barrera comercial directa sobre el bloque, argumentó Cipollone.
“Lo que me preocupa más es si el presidente Trump entra de lleno en una guerra comercial con China”, añadió Cipollone, el miembro más reciente del directorio del BCE. “Es una amenaza más seria porque China tiene el 35% de la capacidad manufacturera mundial”.
Estados Unidos impuso esta semana un arancel del 10% a todas las importaciones chinas, lo que provocó medidas de represalia por parte de Pekín.
Restringir el acceso a EEUU obligaría a China a buscar otros mercados y podría volcar productos rebajados en Europa, frenando el crecimiento y los precios, dijo Cipollone.
Los modelos elaborados por el Instituto Peterson de Economía Internacional, un centro de estudios en Washington, concluyeron que, aunque la imposición de aranceles supondría un golpe para el crecimiento de Estados Unidos, éste sufriría menos que cualquiera de sus objetivos.
Sin embargo, Cipollone pareció restar importancia al impacto de los posibles aranceles dirigidos a Europa.
Afirmó que las empresas podrían absorber algunos de los costes más elevados sacrificando el margen de beneficios, mientras que el inevitable debilitamiento del euro frente al dólar estadounidense también amortiguaría al bloque.
Los conflictos comerciales podrían frenar el crecimiento económico, pero no lo suficiente como para provocar una recesión, sobre todo teniendo en cuenta que otros sectores de la economía están mostrando resistencia.
Cipollone señaló que el mercado laboral se mantiene firme, es probable que el consumo repunte, la construcción es fuerte, los recortes de tipos se están transmitiendo a la economía e incluso la industria, en recesión durante los dos últimos años, que está mostrando señales de tocar fondo.
“Puede que no estemos en auge, pero no espero en absoluto una recesión”, afirmó.
Aunque la tensión comercial amenaza con arrastrar la inflación a la baja, otros factores, en particular los costes de la energía, están tirando de los precios en la otra dirección, por lo que los riesgos para las perspectivas siguen siendo equilibrados, incluso si algunos responsables de política monetaria temen que el BCE pueda no alcanzar su objetivo.
(Información de Balazs Koranyi; edición de Kirsten Donovan; edición en español de María Bayarri Cárdenas)