Hezbolá enterrará a Nasralá en un funeral multitudinario

Por Tom Perry y Laila Bassam

BEIRUT, 21 feb (Reuters) – El grupo libanés Hezbolá enterrará el domingo a su antiguo líder, Hasán Nasralá, casi cinco meses después de su muerte en un ataque aéreo israelí, en un funeral multitudinario destinado a mostrar su fortaleza política tras la guerra del año pasado, de la que el grupo salió muy debilitado.

Nasralá murió el 27 de septiembre en un ataque aéreo israelí mientras se reunía con sus comandantes en un búnker en los suburbios del sur de Beirut, un golpe contundente en la primera fase de una ofensiva israelí que ha dejado al grupo respaldado por Irán como una sombra de lo que fue.

Venerado por los seguidores de Hezbolá, Nasralá dirigió al grupo musulmán chií durante décadas de conflicto con Israel supervisando su transformación en una fuerza militar con influencia regional y convirtiéndose en una de las figuras árabes más destacadas de varias generaciones.

En el funeral, que se celebrará en las afueras del sur de Beirut, también se rendirá homenaje a Hashem Safiedine, que dirigió Hezbolá durante una semana tras la muerte de Nasralá antes de ser asesinado también por Israel, lo que pone de manifiesto hasta qué punto la inteligencia israelí había penetrado en el grupo paramilitar. Será enterrado en el sur el lunes.

“El funeral es una plataforma de lanzamiento para la siguiente fase. Un gran funeral que atraiga a cientos de miles de personas es una forma de decir a todo el mundo que Hezbolá sigue existiendo, que sigue siendo el principal actor chií en Líbano”, dijo Mohanad Hage Ali, del Carnegie Middle East Center.

Israel mató a miles de combatientes de Hezbolá e infligió una enorme destrucción en las afueras del sur de Beirut y otras zonas de Líbano donde viven sus partidarios. El impacto sobre Hezbolá se vio agravado por el derrocamiento de su aliado Bashar al-Asad en Siria, que cortó la ruta de suministro a Irán.

El debilitamiento de Hezbolá se ha reflejado en la política libanesa de posguerra, ya que el grupo no ha podido imponer su voluntad en la formación de un nuevo Gobierno y el lenguaje que legitima su arsenal se ha omitido en el comunicado político del nuevo gabinete.

El jeque Sadeq al-Nabulsi, clérigo cercano a Hezbolá, dijo que los adversarios en Líbano y en el extranjero creían que el grupo había sido derrotado, pero que el funeral sería un mensaje de que no era así. Sería una “batalla para demostrar la existencia de Hezbolá”.

La ceremonia se celebrará en el mayor recinto deportivo de Líbano, el estadio de la Ciudad Deportiva Camille Chamoun, en las afueras de los distritos del sur, controlados por Hezbolá.

A continuación, Nasralá será enterrado en un lugar específico cercano.

El ministro iraní de Asuntos Exteriores, Abás Araqchi, asistirá a la ceremonia, según un alto cargo iraní. También se espera la asistencia de varios dirigentes de las milicias chiíes iraquíes.

Iraqi Airways ha añadido vuelos a Beirut para hacer frente a la demanda adicional de iraquíes que quieren viajar a Beirut para el funeral, dijo un portavoz del Ministerio de Transporte iraquí.

La muerte de Nasralá supuso un duro golpe para Irán, cuya Guardia Revolucionaria creó Hezbolá en 1982.

Sus partidarios le recuerdan por enfrentarse a Israel y desafiar a Estados Unidos. Para sus enemigos, era el jefe de una organización terrorista y un representante de la teocracia islamista chií de Irán en su lucha por la influencia en Oriente Próximo.

Tras su muerte, Nasralá fue enterrado temporalmente junto a su hijo, Hadi, que murió luchando por Hezbolá en 1997.

Su funeral oficial se programó para dar tiempo a la retirada de las fuerzas israelíes del sur de Líbano, según los términos del alto el fuego respaldado por Estados Unidos que puso fin a la guerra del año pasado.

(Información de Tom Perry y Laila Bassam en Beirut, Parisa Hafezi en Dubái y Ahmed Rasheed en Bagdad; redacción de Tom Perry; edición de William Maclean; edición en español de Mireia Merino)

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