Por Lucia Mutikani
WASHINGTON, 21 feb (Reuters) – La actividad empresarial de Estados Unidos casi se estancó en febrero en medio de crecientes temores sobre los aranceles a las importaciones y profundos recortes al gasto del gobierno federal, borrando todas las ganancias anotadas tras la victoria electoral del presidente Donald Trump.
La caída de la actividad a un mínimo de 17 meses reportada por S&P Global el viernes fue la última de una serie de encuestas que sugieren que las empresas y los consumidores están cada vez más nerviosos por las políticas del Gobierno de Trump.
El sentimiento empresarial y de los consumidores se disparó tras la victoria del republicano el 5 de noviembre por las esperanzas de regulaciones menos estrictas, recortes de impuestos y baja inflación.
“Las empresas reportan preocupaciones generalizadas sobre el impacto de las políticas del gobierno federal, que van desde recortes de gastos hasta aranceles y desarrollos geopolíticos”, dijo Chris Williamson, economista jefe de negocios de S&P Global Market Intelligence.
“Según los informes, las ventas se están viendo afectadas por la incertidumbre causada por el cambiante panorama político, y los precios están subiendo en medio de las alzas de precios de los proveedores relacionadas con los aranceles”.
El índice PMI compuesto de producción de Estados Unidos de S&P Global, que analiza los sectores manufacturero y de servicios, cayó a 50,4 este mes. Se trata de la lectura más baja desde septiembre de 2023, frente al 52,7 de enero. Una lectura por encima de 50 indica expansión en el sector privado.
La caída del PMI se debió al sector servicios, que se contrajo por primera vez desde enero de 2023.
LASTRE POLÍTICO
La actividad manufacturera subió a un máximo de ocho meses, aunque eso se atribuyó a “adelantarse a posibles aumentos de costos o escasez de suministros vinculados a los aranceles”.
En sus primeras semanas en el cargo, Trump aplicó un arancel adicional del 10% a las importaciones chinas. El gravamen del 25% a las importaciones procedentes de México y Canadá se aplazó hasta marzo. Este mes, Trump elevó al 25% los aranceles a las importaciones de acero y aluminio.
El martes dijo que tenía intención de imponer aranceles a los automóviles “en torno al 25%” e impuestos similares a los semiconductores y las importaciones farmacéuticas.
Además, se está recortando el gasto del Gobierno federal, con el despido de miles de trabajadores, desde científicos a guardaparques, en su mayoría en periodo de prueba, por parte del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) del multimillonario Elon Musk, una entidad creada por Trump.
La encuesta de S&P Global se realizó entre el 10 y el 20 de febrero.
Una encuesta de esta semana mostró que el sentimiento de los constructores de viviendas se deterioró en febrero, mientras que una encuesta preliminar de la Universidad de Michigan a principios de este mes mostró que el sentimiento de los consumidores se debilitó, con las expectativas de inflación a un año subiendo a niveles vistos por última vez en noviembre de 2023.
Estas preocupaciones inflacionarias predominaron en la encuesta de S&P Global. Su medida de los precios pagados por las empresas por los insumos aumentó a 58,5 este mes desde 57,4 en enero. Se vio impulsada por el indicador manufacturero, que saltó a 63,5 desde los 57,4 del mes pasado, “que los directores de compras achacaron en su inmensa mayoría a los aranceles y a las subidas de precios relacionadas con ellos impulsadas por los proveedores”.
Los fabricantes traspasaron los precios más altos a los consumidores, lo que podría elevar el costo de los bienes. La deflación de los bienes ha explicado la ralentización de la inflación.
Aunque las empresas de servicios también tuvieron que hacer frente a un aumento de los precios de los insumos, parecieron absorber parte del incremento a medida que la ralentización de la demanda impulsaba la competencia, lo que podría ser un buen augurio para las perspectivas generales de inflación, con una tendencia al alza de las presiones sobre los precios en los últimos meses.
La Reserva Federal interrumpió en enero su ciclo de relajación de la política monetaria, tras haber recortado los tipos de interés en 100 puntos básicos desde septiembre. La medida de los precios cobrados por las empresas por sus bienes y servicios cayó a 51,6 desde 53,9 el mes pasado.
La medición de los nuevos pedidos recibidos por las empresas privadas cayó a 50,6 este mes desde los 53,7 de enero. El índice de empleo bajó a 49,4 desde los 54,0 de enero.
El índice PMI manufacturero avanzó hasta 51,6 desde 51,2 en enero. Los economistas encuestados por Reuters habían previsto que el PMI manufacturero subiera hasta 51,5 puntos. El índice PMI de servicios cayó a 49,7, la primera contracción en poco más de dos años, desde los 52,9 del mes pasado, contra las expectativas de los economistas, que esperaban una lectura de 53,0.
(Reporte de Lucia Mutikani; Editado en Español por Ricardo Figueroa)