Por Carlos Ramírez
SAN ANTONIO DEL TÁCHIRA, Venezuela, 20 mar (Reuters) – Un migrante colombo-venezolano deportado de Estados Unidos el fin de semana y recluido en una prisión de alta seguridad en El Salvador no tiene antecedentes penales ni vínculos con una banda criminal de Venezuela y sus derechos están siendo violados, denunció el jueves su esposa.
La administración del presidente Donald Trump se enfrenta a una fecha límite del 25 de marzo para responder a una solicitud judicial de más detalles sobre las deportaciones de cientos de migrantes a El Salvador, debido a que el juez de distrito estadounidense James Boasberg, con sede en Washington, considera si los funcionarios violaron su orden de bloqueo temporal de las expulsiones.
Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, que según él le permite deportar a presuntos miembros de la banda venezolana Tren de Aragua. Los migrantes están retenidos en El Salvador en virtud de un acuerdo con el Gobierno del presidente Nayib Bukele.
Deicy Aldana, de 26 años, dijo que su esposo, Andrés Guillermo Morales, también de 26 años y con doble nacionalidad colombo-venezolana, tenía un permiso de trabajo legal en Estados Unidos como parte de su solicitud de asilo en Estados Unidos cuando fue detenido por el ICE a principios de febrero. Su autorización de trabajo fue verificada de forma independiente por Reuters.
Aldana, ciudadana colombiana, habló con Reuters en la ciudad venezolana de San Antonio, al otro lado de la frontera con Colombia, donde se aloja con su madre tras regresar de Estados Unidos después de la detención de su esposo en una redada de madrugada en Denver, Colorado.
“Es un hombre trabajador, es un hombre luchador por lo suyo, no sé porque lo involucran con el Tren de Aragua si no tiene nada que ver, no tiene antecedentes en Colombia, no tiene antecedentes en Venezuela, si tenía antecedentes en Estados Unidos lo hubieran dejado en Estados Unidos para que pagara”, aseguró Aldana, mientras contenía los sollozos.
PREOCUPACIÓN MUY GRANDE
Aldana compartió documentos que demuestran que su esposo, de madre colombiana y criado en la frontera entre los dos países, no tiene antecedentes penales en Colombia. Reuters confirmó la autenticidad del documento con su propia búsqueda de registros.
Reuters no pudo encontrar inmediatamente ninguna condena penal para Morales en Estados Unidos.
“Tengo una preocupación muy grande porque es un ser humano y le están violando sus derechos y no es justo lo que están haciendo con él y con los demás venezolanos por ser venezolanos”, afirmó.
Las familias de algunos de los hombres deportados denunciaron que el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) les dijeron que sus seres queridos tienen tatuajes relacionados con la violenta banda.
Morales, que trabajó para una empresa de aire acondicionado y luego en una compañía de cementos, tiene múltiples tatuajes, reconoció Aldana, pero ninguno relacionado con alguna banda.
Tenía los nombres de sus padres en los brazos, con un reloj junto al de su padre, así como una estrella y notas musicales en el cuello y un versículo de la Biblia en las costillas.
El ICE no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios sobre el caso de Morales. Aldana aseguró que el ICE le informó en una llamada que su esposo está en El Salvador.
Morales tenía una orden de deportación firmada para Colombia y el consulado de ese país en San Francisco le informó que sería deportado a Bogotá, dijo Aldana, que tiene dos hijas pequeñas. Su esposo le contó posteriormente que había firmado la documentación para modificar su deportación a Venezuela.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia le informó que está siguiendo el caso, según Aldana. Esa dependencia gubernamental no respondió a una petición de comentarios de Reuters.
“Voy a hacer todo lo posible para sacarlo” dijo. “Tengo pruebas para demostrar que no tiene delitos”.
(Reporte de Carlos Ramírez, escrito por Luis Jaime Acosta)