Por Jorge Otaola y Walter Bianchi
BUENOS AIRES, 14 abr (Reuters) -Inmerso en una fuerte volatilidad intradiaria, el peso argentino mayorista debutó el lunes con valores devaluados ante una sorpresiva liberación cambiaria, aunque su tendencia fue mucho mejor para el segmento minorista acostumbrada a arbitrar con activos para hacerse de dólares, moneda usada en el país austral como cobertura contra la inflación.
Operadores coincidieron en que el test cambiario superó las expectativas.
¿Cuánto valdrá el peso?. Esta fue la pregunta recurrente en el mercado financiero previo a la apertura de negocios de la mano de una inesperada salida ahora del llamado ‘cepo’ cambiario dispuesto por el Gobierno tras créditos millonarios acordados con organismos internacionales.
El país sudamericano abandonó rígidas restricciones luego de casi seis años, cuando se debieron imponer para frenar la sangría de dólares que hundían en una recurrente crisis a su economía, e impuso una banda de flotación en su moneda entre las 1.000 y 1.400 unidades por dólar.
La apertura cambiaria tuvo una abrupta baja del 16,6% a 1.290 peso por dólar vendedor, para recortar rápidamente su trayectoria a un caída hasta la zona del 8,7% y reacomodarse con merma del 10,2% a 1.198 unidades al cierre, sin intervención del banco central (BCRA).
Este comportamiento inicial estuvo en línea a lo previsto entre operadores consultados por Reuters durante el fin de semana, quienes coincidieron en que el mercado único debería abrir en una franja de entre las 1.250 y 1.350 unidades.
Así, la nueva tendencia cambiaria representó una notoria mejora frente a los ahora naturalmente ilíquidos mercados financieros de la moneda doméstica (‘CCL’ Y ‘MEP’), que el viernes rondaron niveles de 1.330 pesos por dólar.
El denominado circuito informal o ‘blue’ achicó abruptamente su brecha con la paridad oficial al 7,3%, desde el 27,8% con que terminó la semana previa.
“Los parámetros del régimen cambiario sugieren que el peso seguirá sobrevaluado y se necesitarán nuevas medidas para debilitarlo”, reportó Capital Economics.
El analista Salvador di Stefano aventuró que “el Gobierno va a empujar para que (el dólar) vaya para la banda de los 1.000 pesos, más después que el FMI le fijó como meta al banco central que compre dólares. Creo que vamos a tener una oferta de dólares muy importante, por cuestiones estacionales de la exportación”.
El contexto de optimismo se vislumbró en un positivo 4,7% <.MERV> en la bolsa de Buenos Aires como cierre provisorio, contra un abrupto salto del 8% inicial, mientras que los bonos soberanos mostraron un leve sesgo alcista sobre el final operativo del 0,2% promedio tras iniciales desarmes cortos de posiciones.
En Wall Street, los títulos argentinos arrastraron un alza generalizada.
“La reacción del lunes es irrelevante, absolutamente. Nosotros tenemos diseñado un programa que es absolutamente sólido. Y lo de corto plazo es volatilidad”, había asegurado el viernes el ministro de Economía, Luis Caputo, en conferencia de prensa con los nuevos anuncios.
FUERTE RESPALDO
El Gobierno del libertario Javier Milei cerró un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 20.000 millones de dólares, de los cuales 12.000 millones serán desembolsados de inmediato para reforzar las golpeadas reservas del BCRA.
A su vez, el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) anunciaron programas plurianuales de apoyo al plan económico argentino por 12.000 millones de dólares y 10.000 millones de dólares, respectivamente, más un préstamo de unos 2.000 millones de dólares de bancos privados (repos).
“Salir del ‘cepo’ es volver a la normalidad como cualquier país del mundo, es un volver a tratar de confiar en la moneda propia. Sorprende el monto de ayuda de los organismos internacionales, ya que es mucho más de lo esperado”, dijo la economista Maria Castiglioni.
Un analista de una correduría líder local añadió que “los exportadores tienen ahora la opción de salir a liquidar sus dólares con un tipo de cambio mejorado y esto ayudará a descomprimir la plaza, incluso con la oportunidad de buscar pesos para operar tasa de interés (‘carry trade’) dada la especulación con el techo de la banda de flotación”.
Fuentes del mercado coincidieron en que durante el pasado fin de semana hubo contactos informales de funcionarios gubernamentales con bancos privados para que colaboren en una rápida normalización de la cotización cambiaria.
Los analistas coinciden en que con la salida del ‘cepo’ será elemental una caída en los niveles del riesgo país, el que subía a 896 puntos básicos (2000 GMT), con la idea de que con el tiempo Argentina pueda retomar su financiación en el mercado privado de deuda.
“Es importante que el mercado le de la bienvenida (a la salida del ‘cepo’), pero también es importante para la gente. Detrás del banco central saneado (por el refuerzo de sus reservas) están la baja de la inflación y de la pobreza”, afirmó en declaraciones radiales Federico Furiase, director del BCRA.
El Tesoro argentino realiza este lunes una licitación de cinco títulos internos por los que busca renovar vencimientos por unos 6,6 billones de pesos.
Es probable que “el Tesoro busque dar señales claras en torno a las tasas más altas que requerirá el nuevo programa en el corto plazo”, comentó la firma Balanz en un informe.
Mientras tanto, el sistema financiero doméstico está acorralado por los altibajos de los mercados globales a raíz del temor a una guerra comercial por la nueva política arancelaria de Estados Unidos.
(Reporte de Jorge Otaola y Walter Bianchi;colaboración de Hernán Nessi;Editado por Adam Jourdan y Maximilian Heath)