Las tasas de autismo en niños de EEUU alcanzaron un en 2022, según datos de los CDC

Por Nancy Lapid

15 abr (Reuters) – Las tasas de trastorno del espectro autista entre los niños estadounidenses alcanzaron un nivel récord en 2022, continuando una tendencia reciente de aumento de la prevalencia, según datos publicados el martes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC).

En 16 sitios de monitoreo en 14 estados de Estados Unidos y Puerto Rico, la prevalencia del trastorno entre los niños de 8 años en 2022 fue de 32,2 por 1.000, o 1 por cada 31. La tasa es mayor al 1 de cada 36 en 2020 y el 1 de cada 44 en 2018, informaron los investigadores en el Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad de los CDC.

Las tasas variaron de alrededor de 1 de cada 103 niños de 8 años diagnosticados en un condado del sur de Texas, a alrededor de 1 de cada 21 en un condado suburbano cerca de Filadelfia y aproximadamente 1 de cada 19 cerca de San Diego, California.

Según los investigadores, las diferencias en la prevalencia en el tiempo y entre los distintos lugares pueden reflejar diferentes prácticas de detección y diagnóstico del autismo, así como la disponibilidad de servicios.

“Es más probable que la tasa real o verdadera de autismo (en Estados Unidos) se acerque más a lo que este informe ha identificado en California o Pensilvania”, dijo Walter Zahorodny, coautor del estudio, de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey. “California, en concreto, tiene desde hace tiempo un excelente programa de cribado e intervención precoz”.

“El problema es que no hay muchas investigaciones que nos den una indicación sólida de qué está impulsando el aumento”, dijo Zahorodny.

El incremento de las tasas de autismo en Estados Unidos desde el año 2000 ha intensificado la preocupación pública sobre lo que podría estar contribuyendo a su prevalencia.

Un estudio reciente de gran tamaño ha aumentado las pruebas de que la diabetes durante el embarazo está relacionada con un mayor riesgo de problemas cerebrales y del sistema nervioso en los niños, incluido el autismo.

Robert F. Kennedy Jr., que ahora dirige el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos y que durante mucho tiempo ha defendido una relación desacreditada entre las vacunas y el autismo, fijó la semana pasada un plazo hasta septiembre para que los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos determinen la causa del aumento de las tasas de autismo.

Teniendo en cuenta las grandes variaciones en los síntomas del autismo entre los individuos, es probable que la causa sea una combinación de factores genéticos y ambientales que afectan conjuntamente al desarrollo temprano del cerebro, dijo el doctor Lang Chen de la Universidad de Santa Clara en California.

“Sin embargo, es fundamental saber que no hay pruebas científicas que respalden la relación entre las vacunas y el autismo”, afirmó Chen, quien estudia las redes cerebrales implicadas en las dificultades de aprendizaje y el autismo, pero no participó en el estudio de los CDC.

Zahorodny señaló que las tasas de vacunación han ido disminuyendo mientras que los diagnósticos de autismo han aumentado.

(Reporte de Nancy Lapid; Reporte adicional de Joshua Schneyer; edición en español de Javier López de Lérida)

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