FMI dice que tensión comercial afectará al crecimiento mundial, pero sin una recesión

Por Andrea Shalal

WASHINGTON, 17 abr (Reuters) -El aumento de la tensión comercial y los cambios radicales en el sistema de comercio mundial provocarán revisiones a la baja de las previsiones económicas del Fondo Monetario Internacional, pero no se espera una recesión mundial, dijo el jueves la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva.

Georgieva dijo que las economías de los países estaban siendo puestas a prueba por un reinicio del sistema de comercio mundial, provocado en los últimos meses por los aranceles estadounidenses y las represalias de China y la Unión Europea, que había desatado una incertidumbre “fuera de serie” en la política comercial y una volatilidad extrema en los mercados.

“Las perturbaciones conllevan costos (…) nuestras nuevas proyecciones de crecimiento incluirán notables rebajas, pero no una recesión”, dijo en comentarios preparados, añadiendo que las perspectivas también incluirían previsiones de inflación más altas para algunos países.

Se espera que los aranceles de Trump y la agitación en los mercados financieros dominen las reuniones de primavera boreal, que convocan a banqueros centrales y ministros de Finanzas de todo el mundo.

La fuerte incertidumbre también eleva el riesgo de tensiones en los mercados financieros, dijo Georgieva, señalando que los recientes movimientos en las curvas de rendimiento del Tesoro de Estados Unidos deben tomarse como una advertencia. “Todo el mundo sufre si empeoran las condiciones financieras”, aseguró.

Georgieva afirmó que la economía real mundial funciona bien, con un mercado laboral fuerte y un sistema financiero sólido, pero advirtió de que las percepciones cada vez más negativas y la preocupación por la recesión también podrían afectar a la actividad económica.

“Una cosa que he aprendido en los periodos de crisis es que las percepciones importan tanto como la realidad”, dijo. “Si las percepciones cambian negativamente eso puede ser bastante perjudicial para el desempeño de la economía”.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha puesto patas arriba el sistema de comercio mundial con un tsunami de nuevos aranceles, incluido un gravamen estadounidense del 10% a bienes de todos los países y tasas más altas para algunos, aunque estos se han pausado durante 90 días para permitir las negociaciones.

China, la UE y otros países han anunciado medidas de represalia.

El Fondo Monetario Internacional había pronosticado en enero un crecimiento mundial del 3,3% en 2025 y del 3,3% en 2026. El martes publicará una actualización de sus Perspectivas Económicas Mundiales.

Georgieva, que habló en la sede del FMI en Washington antes de las reuniones de primavera boreal del organismo y el Banco Mundial de la próxima semana, no dio detalles sobre las revisiones previstas, pero advirtió de que si la incertidumbre se prolonga sería costoso.

Afirmó que la tensión comercial había estado avivándose durante algún tiempo, pero que ahora estaban en plena ebullición, e instó a los países a responder con prudencia a los “cambios repentinos y radicales” observados en los aranceles, que han llevado la tasa arancelaria efectiva de Estados Unidos a niveles no vistos en varias generaciones.

“Mientras los gigantes se enfrentan, los países más pequeños se ven atrapados en las corrientes cruzadas”, dijo Georgieva.

China, la UE y Estados Unidos son los tres mayores importadores del mundo, lo que se traduce en grandes repercusiones para los países más pequeños, más expuestos al endurecimiento de las condiciones financieras, señaló.

EL PROTECCIONISMO DAÑA LA INNOVACIÓN

El aumento de los aranceles golpea de entrada al crecimiento, dijo, señalando que en el pasado los importadores pagaban los gravámenes más altos con menores beneficios y los consumidores con mayores costos. En las grandes economías, también pueden incentivar la entrada de nuevas inversiones, creando nuevos puestos de trabajo, pero esto lleva tiempo.

“El proteccionismo erosiona la productividad a largo plazo, especialmente en las economías más pequeñas”, dijo, advirtiendo que las medidas para proteger a la industria de la competencia también socavan el espíritu empresarial y perjudican la innovación.

Georgieva instó a los países a proseguir las reformas económicas y financieras, manteniendo al mismo tiempo una política monetaria ágil y creíble, así como una regulación y supervisión sólidas de los mercados financieros.

Las economías de mercados emergentes deben preservar la flexibilidad de sus tipos de cambio, y los países donantes deben proteger mejor los flujos de ayuda a los vulnerables de renta baja, añadió.

Georgieva también hizo un llamamiento a la cooperación en un mundo cada vez más multipolar, e instó a las principales economías a alcanzar un acuerdo comercial que preserve la apertura y reinicie una tendencia mundial hacia la reducción de las tasas arancelarias y de las barreras no arancelarias.

“Necesitamos una economía mundial más resistente, no una deriva hacia la división”, afirmó. “Todos los países, grandes y pequeños por igual, pueden y deben desempeñar su papel para fortalecer la economía mundial en una era de perturbaciones más frecuentes y graves”.

(Reporte de Andrea Shalal. Editado en Español por Manuel Farías)

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