EEUU suaviza las tasas portuarias a los buques construidos en China tras la reacción del sector

LOS ÁNGELES, 18 abr (Reuters) – El Gobierno de Estados Unidos protegió el jueves a los exportadores nacionales y a los propietarios de buques que prestan servicios en los Grandes Lagos, el Caribe y los territorios estadounidenses de las tasas portuarias que se aplicarán a los buques construidos en China, con el objetivo de reactivar la construcción naval estadounidense.

El anuncio publicado en el Registro Federal por el representante de Comercio de EEUU suaviza la propuesta de febrero de imponer tasas de hasta 1,5 millones de dólares por escala portuaria a los buques construidos en China, lo que provocó un gran revuelo en el sector del transporte marítimo mundial.

El transporte marítimo representa alrededor del 80% del comercio mundial, desde alimentos y muebles hasta cemento y carbón. Los ejecutivos del sector temían que prácticamente todos los transportistas de carga tuvieran que hacer frente a elevadas tasas que harían poco atractivos los precios de exportación de Estados Unidos e impondrían a los consumidores estadounidenses unos costes anuales de importación de 30.000 millones de dólares.

“Los barcos y el transporte marítimo son vitales para la seguridad económica estadounidense y el libre flujo del comercio”, dijo el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, en un comunicado. “Las acciones del Gobierno de Trump comenzarán a revertir el dominio chino, abordarán las amenazas a la cadena de suministro de Estados Unidos y enviarán una señal de demanda para los barcos construidos en Estados Unidos”

Aun así, las tasas sobre los buques construidos en China añaden otro factor a las tensiones comerciales en rápido aumento entre las dos mayores economías del mundo, mientras el presidente Donald Trump intenta atraer a China a las conversaciones sobre sus nuevos aranceles del 145% sobre muchos de sus bienes.

Las revisiones abordan las principales preocupaciones expresadas en un tsunami de oposición de la industria marítima mundial, incluidos los operadores nacionales de puertos y buques, así como los transportistas estadounidenses de todo tipo de productos, desde carbón y maíz hasta plátanos y cemento.

Los acuerdos conceden algunas de las excepciones solicitadas, al tiempo que introducen gradualmente tasas que reflejan el hecho de que los constructores navales estadounidenses, que producen unos cinco buques al año, necesitarán años para competir con la producción china de más de 1.700 al año.

(Información de Lisa Baertlein en Los Ángeles, David Lawder y Andrea Shalal en Washington y Jonathan Saul en Londres; edición de Jamie Freed, Clarence Fernandez y Gerry Doyle; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)

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