Por Joshua McElwee y Giulia Segreti
ROMA, 25 abr (Reuters) -Más de 100.000 personas acudieron a la Basílica de San Pedro el viernes para presentar sus respetos al papa Francisco, viendo su ataúd abierto en las últimas horas de visita antes de su funeral el sábado.
Poco después de las 19.00 hora local (17.00 GMT) el Vaticano dio por finalizada la transmisión televisiva de las visitas que se había estado realizando casi ininterrumpidamente, antes de una ceremonia privada para sellar su ataúd.
Mientras la policía italiana y del Vaticano se preparaban para cerrar la larga cola en la nave central de la iglesia, los últimos visitantes entraron lentamente.
El papa de 88 años, que había guiado la Iglesia desde 2013, murió el lunes en sus habitaciones en la casa de huéspedes Santa Marta del Vaticano después de sufrir un derrame cerebral mientras se recuperaba de semanas de neumonía.
Unas 250.000 personas de todo el mundo han hecho fila para despedirlo desde que su cuerpo fue trasladado el miércoles a San Pedro para ser velado, dijo el Vaticano.
Entre los últimos visitantes se encontraban el presidente francés, Emmanuel Macron, y su esposa, Brigitte, quienes permanecieron juntos junto al féretro durante unos instantes. Él inclinó la cabeza; ella hizo la señal de la cruz.
Largas colas serpenteaban alrededor de la Plaza de San Pedro y las calles aledañas durante todo el viernes. Algunos esperaron horas para poder pasar unos minutos dentro de la basílica y rendir homenaje.
“Es una sensación muy fuerte (estar aquí)”, dijo Patricio Castriota, visitante de Argentina, la patria del papa. “Esta despedida fue muy triste, pero agradezco a Dios haber podido verlo”.
“Es el único papa que hemos tenido que vino de Sudamérica, un papa con muchas buenas intenciones para la Iglesia Católica”, dijo Castriota. “Corrigió mucho de lo malo, quizá no todo, pero lo intentó”.
Francisco fue el primer pontífice procedente de América y era conocido por su comportamiento inusualmente encantador e incluso divertido.
Pero su papado de 12 años fue a veces turbulento: Francisco intentó reformar una institución dividida pero tuvo que luchar con los tradicionalistas que se oponían a sus muchos cambios.
“Humanizó la Iglesia, sin desacralizarla”, afirmó el cardenal François-Xavier Bustillo, que guía la Iglesia en la isla francesa de Córcega.
ROMA SE PREPARA PARA EL FUNERAL
Es poco probable que el cónclave para elegir un nuevo pontífice comience antes del 6 de mayo. Mientras tanto, los cardenales católicos del mundo han asumido el control temporal de la Iglesia Católica Romana, de 1.400 millones de miembros.
Los cardenales presentes en Roma se reúnen casi a diario, principalmente para tratar cuestiones logísticas, en lo que se denomina una “congregación general”.
Unos 149 de los 252 cardenales del mundo estuvieron presentes en la reunión del viernes por la mañana, dijo el Vaticano, y se espera que lleguen decenas más durante el resto del día.
La ceremonia privada para sellar el féretro de Francisco será presidida por ocho cardenales católicos, entre ellos un prelado estadounidense criticado por su gestión de casos de abuso sexual. También estarán presentes los secretarios del difunto Papa.
El Vaticano dijo el viernes que espera que 160 delegaciones extranjeras asistan al funeral del sábado, entre ellas decenas de líderes mundiales, incluido el presidente estadounidense Donald Trump y 10 monarcas reinantes.
Se había especulado que los líderes extranjeros podrían tener reuniones diplomáticas al margen del funeral para discutir la guerra en Ucrania, pero el Palacio del Elíseo dijo el viernes que Macron no organizaría ninguna reunión de ese tipo.
Trump tenía previsto pasar sólo unas 15 horas en Roma, llegando tarde el viernes por la noche y marchándose directamente después del funeral.
Las autoridades comenzaron a reforzar la seguridad antes de la ceremonia, con francotiradores en los tejados, drones observando desde el cielo y un dispositivo del ejército preparado para neutralizar objetos voladores hostiles.
(Información de Giulia Segreti; edición de Alex Richardson; editado en español por Patrycja Dobrowolska y Juana Casas)