Por Rajesh Kumar Singh
CHICAGO, 28 abr (Reuters) – El sector aeronáutico estadounidense, tambaleante por la guerra comercial del presidente Donald Trump y la caída de la demanda de viajes, está presionando a la Casa Blanca para que le exima de los aranceles.
Ejecutivos del sector han mantenido reuniones con funcionarios de alto rango del Gobierno de Trump, incluido el presidente, para pedirles que restablezcan el régimen libre de aranceles del Acuerdo de Aviación Civil de 1979, en virtud del cual el sector disfrutaba de un superávit comercial anual de 75.000 millones de dólares. Los aranceles de Trump han acabado con su estatus de exención de aranceles.
“Nuestro equipo de asuntos gubernamentales está trabajando duro en ello para argumentar por qué debería haber una exención”, dijo a Reuters el director financiero de American Airlines, Devon May.
El sector de la aviación espera que la exención ayude a las empresas a mantener los costos bajos durante un fuerte descenso del gasto en viajes por parte de los consumidores, preocupados por la ralentización del crecimiento económico y el aumento de la inflación.
Las aerolíneas han recortado vuelos en respuesta al descenso de las reservas. También han desechado sus previsiones financieras e intentado controlar los costos para proteger sus márgenes. También se oponen a las subidas de precios de aviones y piezas de recambio, ya que los fabricantes de aviones y motores intentan traspasar los costos arancelarios.
Los directivos de las aerolíneas han planteado incluso la posibilidad de devolver aviones alquilados y aplazar entregas de aeronaves.
“Nos resulta muy difícil imaginarnos teniendo que pagar aranceles por esos aviones”, dijo May. “Simplemente no tiene sentido desde el punto de vista económico”.
Los ejecutivos de los proveedores de aviones y motores jet también han tratado de asegurar a los accionistas que sus empresas tampoco absorberán los costos arancelarios. La disputa ha aumentado el riesgo de enfrentamiento con sus clientes aéreos.
Boeing espera un impacto arancelario inferior a 500 millones de dólares al año. El fabricante de motores a reacción GE Aerospace ha calculado que su factura arancelaria superaría los 500 millones de dólares. Su rival RTX prevé unos 850 millones de dólares anuales de costos adicionales.
Las tres empresas cuentan con estrategias de mitigación de costos que incluyen aumentos de precios y una gran cartera de pedidos.
El presidente ejecutivo de GE Aerospace, Larry Culp, advirtió a las aerolíneas que no debían aplazar las entregas. “Hay muchos otros que se pondrán a la cola y ocuparán su lugar”, dijo a Reuters.
A finales de marzo, American tenía 14 aviones previstos para este año del fabricante europeo Airbus y de la brasileña Embraer. La compañía espera que algunos de esos aviones, incluido el A321 XLR de Airbus, que se construye en Europa, se enfrenten a aranceles.
“Nos resulta muy difícil imaginarnos pagando otro 10% o algo más por los aviones, que son nuestro mayor costo de capital”, dijo May.
Su rival Delta Air Lines tampoco está dispuesta a pagar aranceles sobre las entregas de aviones, alegando que los derechos alterarían sus cálculos.
Ni siquiera los aviones ensamblados en Estados Unidos son inmunes, ya que los fabricantes de aviones deben pagar gravámenes sobre las piezas importadas.
Boeing está pagando un arancel del 10% sobre los suministros procedentes de Italia y Japón. El presidente ejecutivo de United Airlines, Scott Kirby, dijo este mes que Airbus ha tenido que pagar aranceles por los aviones que construye en Alabama.
DEMANDA VACILANTE
Un ejecutivo de una aerolínea afirmó que las compañías podrían haberse tomado los aranceles con calma si la demanda de viajes estuviera en auge. Pero las reservas han disminuido en los dos últimos meses, debilitando su poder de fijación de precios.
Las tarifas aéreas registraron en marzo su mayor caída intermensual desde septiembre de 2021, según datos del Departamento de Trabajo estadounidense. Las aerolíneas han estado bajando las tarifas para estimular la demanda.
En una entrevista, el director financiero de Alaska Airlines, Shane Tackett, dijo a Reuters que las reservas están llegando en su mayoría con tarifas más bajas. “Creemos que, en última instancia, todas las aerolíneas se han enfrentado a este problema”, afirmó.
American dijo la semana pasada que no espera que los clientes acepten tarifas más altas como resultado de los aranceles.
GE Aerospace calcula que las salidas de aviones disminuirán en Norteamérica, que representa el 25% del tráfico mundial, como consecuencia de los recortes en los horarios de vuelo. Las salidas de aviones impulsan el negocio de los servicios posventa.
La compañía dijo que una desaceleración en las salidas tiende a empezar a tener un efecto en su negocio en unos cuatro trimestres.
La Casa Blanca ha dicho que los déficits comerciales grandes y persistentes han llevado al vaciamiento de la base manufacturera de la nación y han socavado las cadenas de suministro críticas. Trump ha dicho que sus aranceles obligarían a las empresas a trasladar la fabricación a Estados Unidos, creando puestos de trabajo para los trabajadores estadounidenses.
Funcionarios de la industria aeroespacial dicen que su situación difiere de la de otras industrias, ya que su sector exporta más de 135.000 millones de dólares en productos cada año. La mayor parte de su base de fabricación y sus empleados también tienen su sede en Estados Unidos, afirman.
Culp dijo que recientemente se reunió con Trump y le explicó cómo el estatus libre de impuestos de la industria durante décadas le ayudó a producir la balanza comercial más alta de cualquier sector. Dijo que la posición de su compañía fue “entendida” por la administración, pero agregó que “no es el único elemento que están resolviendo”.
“He defendido que era bueno y que sería bueno para el país”, dijo.
(Reporte de Rajesh Kumar Singh; Editado en Español por Ricardo Figueroa)