PEKÍN (Reuters) – Las exportaciones de China aumentaron más rápido de lo esperado en abril, mientras que las importaciones redujeron su caída, según mostraron el viernes los datos de aduanas, dando a Pekín cierto alivio antes de las conversaciones arancelarias con Estados Unidos este fin de semana.
Los envíos al exterior de la segunda mayor economía del mundo aumentaron un 8,1% interanual, superando el crecimiento del 1,9% esperado en una encuesta de Reuters entre economistas, pero ralentizándose desde el salto del 12,4% en marzo, cuando los exportadores se apresuraron a sacar sus envíos antes de que entraran en vigor los aranceles del 145% de EEUU sobre los productos chinos.
Las importaciones frenaron una caída que comenzó a principios de 2025, cayendo un 0,2%, desde un descenso interanual del 4,3% en marzo y por debajo de la caída del 5,9% esperada por los analistas.
Los nuevos datos comerciales llegan con China y Estados Unidos enzarzados en una acalorada guerra comercial, en la que ambas partes elevaron los aranceles sobre los productos de la otra parte por encima del 100% a principios de abril.
Desde entonces, el Gobierno de Trump ha eximido de los aranceles del 145% a artículos como teléfonos inteligentes y ordenadores, importados en gran parte de China. Pekín también ha creado una lista de productos fabricados en Estados Unidos que estarían exentos de sus aranceles del 125% y está notificando discretamente a las empresas sobre ello, informó Reuters anteriormente.
Dirigentes chinos y estadounidenses se reunirán este fin de semana en Suiza para iniciar negociaciones comerciales.
Pero una reducción inmediata de las barreras comerciales parece una posibilidad remota, con Trump diciendo el miércoles que no estaba dispuesto a recortar los aranceles estadounidenses para conseguir que Pekín negocie, y el Ministerio de Asuntos Exteriores de China insistiendo en que Washington debería “dejar de amenazar y presionar”.
Los aranceles estadounidenses podrían asestar un duro golpe a la economía china, que ha dependido de las exportaciones para impulsar el crecimiento mientras lucha por recuperarse de los choques pandémicos y de una prolongada caída del mercado inmobiliario. La demanda interna sigue siendo débil y la confianza de los inversores frágil.
En los últimos meses, Pekín ha reiterado su confianza en que China pueda alcanzar el objetivo de crecimiento “en torno al 5%” para este año, y ha puesto en marcha medidas para impulsar el consumo y apoyar a los exportadores del país.
El miércoles se anunció una serie de medidas de estímulo monetario, como inyecciones de liquidez y recortes de los tipos de interés, en un intento de aliviar los efectos de los aranceles sobre la economía.
El superávit de China en abril fue de 96.180 millones de dólares, por debajo de los 102.640 millones del mes anterior.
(Información de Joe Cash y Yukun Zhang; edición de Sam Holmes; edición en español de María Bayarri Cárdenas)