Maduro agradece a Trump el regreso de la niña que dejó en EEUU

CARACAS, 14 may (Reuters) -Una niña venezolana, separada de sus padres al cruzar juntos la frontera entre Estados Unidos y México hace un año y que quedó en suelo estadounidense cuando ellos fueron deportados, llegó a Venezuela el miércoles y fue recibida por el presidente Nicolás Maduro, quien agradeció a su par Donald Trump por su regreso.

Importantes figuras del Gobierno venezolano, sujeto a amplias sanciones estadounidenses, habían pedido reiteradamente la devolución de Maikelys Espinoza Bernal, de dos años, a su madre, Yorely Bernal, quien fue deportada a Venezuela en abril.

Imágenes de la televisión estatal mostraron a la primera dama, Cilia Flores, sosteniendo a la niña, quien llegó en un vuelo de deportación con otros migrantes, en el aeropuerto internacional, cerca de Caracas. Posteriormente, la niña se reunió con su madre y su abuela materna en el palacio presidencial, en compañía de Maduro.

“El milagro otra vez se ha consumado por regresar a esta niña hermosa a los brazos de su madre”, dijo Maduro, agradeciendo “tantas gestiones” hechas por Jorge Rodríguez, negociador oficial de Venezuela ante Estados Unidos, y el enviado especial del presidente Trump, Richard Grenell.

“Agradecer (al embajador) Rich Grenell por sus gestiones (…) y agradecer a Donald Trump también (…) que se haya consumado este acto de justicia”, agregó Maduro.

El ministro del Interior, Diosdado Cabello, dijo desde el aeropuerto que en el vuelo del miércoles, el vigésimo segundo ha llegado al país con migrantes en estos cinco primero meses del año, venían al menos otras 225 personas. Cabello agregó que en total han regresado al país 4.157 venezolanos este año.

La niña Maikelys Espinoza Bernal estuvo bajo el cuidado de la Oficina de Reubicación de Refugiados en Estados Unidos desde mayo del 2024, cuando sus padres permanecieron en detención migratoria tras llegar a territorio estadounidense.

Su madre, Yorely Bernal, de 20 años, estuvo un año detenida en un centro migratorio y fue deportada a Venezuela a finales de abril. El padre, Maiker Espinoza, de 25 años, fue enviado con otros venezolanos desde Estados Unidos a la prisión de máxima seguridad CECOT, en El Salvador en marzo bajo el argumento que pertenece a la pandilla de origen venezolano Tren de Aragua (TdA).

Luego que Venezuela denunciara “el secuestro” de la niña, el Departamento de Seguridad Nacional anunció el 26 de abril que el padre era un “teniente” del TdA, una pandilla venezolana con orígenes carcelarios que se ha convertido en una referencia clave en la ofensiva migratoria del presidente Trump.

El Departamento acusó a Espinoza de “supervisar homicidios, narcotráfico, secuestros, extorsión, tráfico sexual y dirigir una casa de tortura”. La familia de Espinoza negó rotundamente tal afirmación.

“Eso del Tren de Aragua (…) me consta como madre que en ningún momento mi hijo tiene que ver con ellos”, declaró su madre, María Escalona, ​​a Reuters este mes. “Están tomando el caso de mi hijo para tapar las fallas del horror que están cometiendo con todos esos inocentes” detenidos en El Salvador.

Estados Unidos acusó a la madre de la niña de reclutar a mujeres jóvenes para el narcotráfico y la prostitución. Tales señalamientos también fueron negados por sus parientes.

En una publicación posterior en X más tarde, el Departamento de Seguridad afirmó que la niña fue repatriada a Venezuela en virtud de una orden judicial.

“Al menos sabemos que la niña no estará con su padre, un TDA”, declaró la agencia.

La pareja se conoció mientras vivía como migrantes en Perú, donde nació Maikelys, dijo Escalona, ​​y agregó que estuvieron detenidos durante toda su estadía en Estados Unidos después de entregarse en la frontera al servicio migratorio.

El Gobierno de Maduro había demandado el regreso de la menor, así como exige el retorno de al menos 250 hombres venezolanos que permanecen en el CECOT y que según las autoridades no tienen antecedentes penales en Venezuela ni tienen relación con la banda.

En marzo, el Gobierno de Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798 para deportar con rapidez a quienes, según la Casa Blanca, eran miembros de TdA. Más 200 personas, entre ellas venezolanos, fueron llevados al CECOT en El Salvador.

Abogados y familiares de las personas enviadas al país centroamericano también niegan sus vínculos con pandillas. Decenas de los hombres tenían activos casos de asilo.

(Reporte de Vivian Sequera y Deisy Buitrago, Editado por Juana Casas)

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