MOSCÚ (Reuters) – El mayor fabricante ruso de cosechadoras y tractores, Rostselmash, dijo el viernes que la demanda de sus máquinas se ha desplomado, lo que le obliga a suspender la producción a partir de junio y recortar costos, ya que los agricultores no tienen dinero para comprar nuevos equipos.
Rostselmash dijo que enviará a todos sus trabajadores de baja obligatoria a partir de junio, antes de que comience la temporada de cosecha, adelantando la baja de agosto y septiembre como en años anteriores.
“La medida es forzosa y se debe al actual contexto económico del sector agrícola. Los agricultores no disponen de fondos para adquirir los equipos que necesitan, lo que ha provocado una importante caída del mercado”, afirma la empresa en un comunicado.
El encarecimiento de los préstamos se suma a otros problemas, como los elevados derechos de exportación y el aumento del costo del combustible y los fertilizantes, que hacen que la agricultura no sea rentable en muchas regiones y socavan la ambición de Rusia de convertirse en una superpotencia agrícola.
La estricta política monetaria del banco central ha hecho inaccesibles los préstamos comerciales -con tasas que actualmente rondan el 30%- para la mayoría de los agricultores, que los utilizan principalmente para comprar nuevos equipos.
Según Rostselmash, las ventas de todos los fabricantes rusos de maquinaria agrícola cayeron un 76% en el caso de las cosechadoras de grano, un 49% en el de las picadoras de forraje y un 48% en el de los tractores, en comparación con el mismo periodo de 2021, año de auge agrícola.
La empresa ha despedido a 2.000 trabajadores desde el otoño boreal de 2024, dijo su director general, Konstantin Babkin, al diario Kommersant a principios de este mes.
En los últimos años, se había beneficiado del auge de la agricultura rusa. También había expulsado con éxito a competidores extranjeros, convirtiéndose en un ejemplo de “sustitución de importaciones”, una estrategia adoptada por el gobierno ruso para reducir la dependencia de las empresas extranjeras frente a las sanciones occidentales.
Arkady Zlochevsky, jefe del grupo de presión de la Unión Rusa de Cereales, advirtió que si los agricultores no pueden modernizar su maquinaria serán más susceptibles a las inclemencias meteorológicas. La maquinaria moderna ayuda a los agricultores a aprovechar mejor las ventanas climáticas favorables.
A pesar de las presiones de los agricultores, el viceprimer ministro Dmitry Patrushev afirmó que los aranceles se mantendrían.
“Es el resultado del deseo de recaudar más dinero de los agricultores a través de los derechos de exportación”, dijo el diputado y agricultor Sergei Lisovsky en respuesta a la declaración de Rostselmash.
(Reporte de Gleb Bryanski y Olga Popova; Editado en Español por Ricardo Figueroa)