PEKÍN (Reuters) – El crecimiento de la producción industrial y de las ventas minoristas de China se ralentizó en abril, según mostraron datos oficiales el lunes, mientras la guerra comercial amenazaba con frenar el impulso de la segunda mayor economía del mundo.
Sin embargo, el impacto de los aranceles en la actividad económica de China aún no ha causado daños significativos, ya que la producción industrial superó las expectativas de los economistas y el desempleo disminuyó.
Pekín y Washington alcanzaron la semana pasada un sorprendente acuerdo para reducir la mayoría de los aranceles que se imponen mutuamente desde principios de abril. La pausa de 90 días ha frenado una guerra comercial que ha perturbado las cadenas de suministro mundiales y ha avivado el temor a una recesión.
Pero la tregua a corto plazo y el enfoque impredecible del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sigue ensombreciendo la economía china, impulsada por las exportaciones, que todavía se enfrenta a aranceles del 30% además de los existentes.
La producción industrial de China creció un 6,1% respecto al año anterior, según mostraron los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas, ralentizándose desde el 7,7% de marzo y superando las expectativas de un aumento del 5,5% en un sondeo de Reuters entre analistas.
Las ventas al por menor, un indicador del consumo, aumentaron un 5,1% en abril, por debajo del 5,9% de marzo y frente a las previsiones de una expansión del 5,5%.
Este año, el consumo se ha visto favorecido por el impulso que ha dado el Gobierno al gasto de los hogares, que incluye un plan de canje de bienes de consumo y vales de consumo que distribuyen las autoridades locales.
La inversión en activos fijos aumentó un 4,0% en los cuatro primeros meses de 2025 respecto al mismo periodo del año anterior, frente al 4,2% previsto. En el primer trimestre creció un 4,2%.
La economía china creció un 5,4% en el primer trimestre, superando las expectativas. Las autoridades siguen confiando en alcanzar el objetivo de crecimiento de Pekín de en torno al 5% este año, a pesar de las advertencias de los economistas de que los aranceles estadounidenses podrían descarrilar este impulso. El mes pasado, Pekín y Washington aumentaron los aranceles por encima del 100% en varias rondas de represalias.
Los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas mostraron que la tasa nacional de desempleo basada en encuestas cayó al 5,1% desde el 5,2% de marzo. Anecdóticamente, algunas fábricas muy dependientes del mercado estadounidense han enviado a sus trabajadores a casa.
Los datos económicos de abril subrayan el impacto de la ofensiva arancelaria de Trump en la economía china. Las exportaciones se han ralentizado, persisten las presiones deflacionistas y los préstamos bancarios han caído más de lo esperado.
Las autoridades anunciaron a principios de mes un paquete de medidas de estímulo, tras alarmarse por cómo los aranceles han perjudicado a la actividad económica, entre ellas recortes de los tipos de interés y una importante inyección de liquidez.
Las medidas de flexibilización monetaria se anunciaron antes de que China y EEUU alcanzaran una tregua comercial tras las conversaciones de alto nivel celebradas en Ginebra, lo que supuso una significativa reducción de la tensión creciente durante meses.
Los economistas de Goldman Sachs esperan que la reunión del Politburó de julio sea el próximo hito crítico para una posible mayor relajación.
(Información de Tina Qiao, Ethan Wang, Ellen Zhang y Ryan Woo; edición de Jacqueline Wong; edición en español de María Bayarri Cárdenas)