Por Ana Mano
SAO PAULO, 24 jul (Reuters) – El plan del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un nuevo arancel del 50% a los productos brasileños a partir del 1 de agosto podría devastar el cinturón de cítricos del país, con fábricas reducen la producción y agricultores de naranjas que consideran dejar que la fruta se pudra por una fuerte caída de los precios.
“No vas a gastar dinero en cosechar y no tener a quién venderle”, dijo el productor Fabricio Vidal, en su granja en Formoso, en el estado de Minas Gerais.
Los nuevos aranceles podrían imposibilitar la entrada de su fruta en Estados Unidos, que compra el 42% del zumo de naranja exportado desde Brasil, un comercio valorado en unos 1.310 millones de dólares en la temporada que finalizó en junio.
Este mes, los precios de la naranja en Brasil cayeron a 44 reales (8 dólares) la caja, casi la mitad que hace un año, según el ampliamente seguido índice Cepea de la Universidad de Sao Paulo, lo que ilustra cómo las disruptivas políticas comerciales de Trump pueden sembrar el caos incluso antes de promulgarse.
“A medida que se acerca el día en que los aranceles entrarán en vigor, aumenta la ansiedad sobre lo que podría suceder”, dijo a Reuters en una entrevista Ibiapaba Netto, jefe del lobby de exportadores de zumo de naranja CitrusBR.
La producción estadounidense de zumo de naranja cayó a su nivel más bajo en medio siglo en la cosecha 2024/25, con una producción estimada en 108,3 millones de galones, según datos del Departamento de Agricultura de Estados Unidos citados por Cepea, que muestran que las importaciones representarán el 90% de los suministros hasta septiembre.
La mitad del zumo de naranja que consumen los estadounidenses procede de Brasil, con marcas tan conocidas como Tropicana, Minute Maid y Simply Orange.
Brasil, que produce el 80% del zumo de naranja del mundo, también será difícil de sustituir.
En los últimos años, Estados Unidos ha dependido cada vez más de las importaciones de zumo de naranja debido a la enfermedad del “enverdecimiento de los cítricos”, los huracanes y las heladas.
Pero el nuevo arancel a las importaciones brasileñas representa un aumento del 533% frente a los 415 dólares por tonelada que se cobran ahora por el zumo del país.
El viernes pasado, Johanna Foods, productora y distribuidora de zumos de fruta en Nueva Jersey, impugnó ante los tribunales los aranceles propuestos para el zumo de naranja brasileño, alegando que causarían un “perjuicio financiero significativo y directo” a la empresa y a los consumidores estadounidenses.
Los aranceles también pueden acarrear problemas para Coca Cola y Pepsi, que representan alrededor del 60% del zumo de naranja vendido en Estados Unidos, según Netto. Ninguna de las dos empresas respondió a las peticiones de comentarios.
(Reportaje de Ana Mano; Edición en español de Javier López de Lérida)