BEIRUT, 1 ago (Reuters) – Siria se ha comprometido a investigar los enfrentamientos en la provincia meridional de Sweida, en los que murieron cientos de personas el mes pasado, el segundo episodio importante de violencia sectaria desde la destitución del dirigente sirio Bashar al-Asad.
En un decreto fechado el 31 de julio, el ministro de Justicia, Muzher al-Wais, dijo que un comité de siete personas, compuesto por jueces, abogados y un oficial militar, investigaría las circunstancias que condujeron a los “sucesos de Sweida” y elaboraría un informe en un plazo de tres meses.
El comité investigaría los ataques y abusos denunciados contra civiles y remitiría a la judicatura a quienes se demostrara que habían participado en ellos.
La violencia en Sweida comenzó el 13 de julio entre combatientes tribales y facciones drusas. Se enviaron fuerzas gubernamentales para sofocar los enfrentamientos, pero el derramamiento de sangre empeoró e Israel llevó a cabo ataques contra las fuerzas sirias en nombre de los drusos.
Los drusos son una rama minoritaria del islam con seguidores en Siria, Líbano e Israel. La provincia de Sweida es predominantemente drusa, pero también alberga tribus suníes, y las comunidades mantienen desde hace tiempo tensiones por la tierra y otros recursos.
Una tregua mediada por Estados Unidos puso fin a los combates, que se habían prolongado durante casi una semana en la ciudad de Sweida y las poblaciones circundantes.
En marzo, cientos de civiles alauitas murieron después de que las fuerzas alineadas con el Gobierno se desplegaran en las zonas costeras de Siria tras un mortífero ataque contra las nuevas fuerzas gubernamentales por parte de milicias aún alineadas con al-Asad, quien procede de la minoría alauita.
La brutal represión por parte de al-Asad de las protestas en su contra en 2011 por parte de la mayoría suní de Siria desembocó en una guerra de casi 14 años. Los dirigentes occidentales quieren asegurarse de que el nuevo Gobierno, dirigido por un antiguo grupo islamista suní que tiene sus raíces en la yihad global, lleve a cabo una transición democrática ordenada.
El comité de investigación que se creó tras los conflictos de marzo remitió el mes pasado a la justicia a 298 personas sospechosas de haber cometido abusos contra los alauíes.
El comité dijo que no había encontrado pruebas de que los comandantes ordenaran a los soldados cometer violaciones y que 265 personas habían participado en el ataque inicial contra las fuerzas gubernamentales.
(Información de Maya Gebeily; edición de Philippa Fletcher; edición en español de Paula Villalba)