Por Balazs Koranyi
FRÁNCFORT, 1 ago (Reuters) – La inflación de la zona euro se mantenía estable en el objetivo del 2% fijado por el BCE en julio, lo que confirma la opinión favorable del banco sobre los precios y refuerza la idea de que los responsables de política monetaria mantendrán los tipos de interés durante algún tiempo, tras haber reducido rápidamente los costes de endeudamiento.
El BCE redujo a la mitad su tipo de interés oficial hasta el 2% en el año transcurrido hasta junio y predijo que la inflación rondaría su objetivo a medio plazo, lo que reduce la necesidad de nuevas medidas, aunque las perspectivas eran inusualmente inciertas dadas las tensiones comerciales con Estados Unidos y la volatilidad geopolítica.
Con un 2%, la inflación se situó ligeramente por encima de las expectativas, según un sondeo de Reuters entre economistas, pero es poco probable que una desviación tan pequeña preocupe a los responsables de política monetaria, más centrados en las tendencias subyacentes, sobre todo en los servicios.
La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como los alimentos y el combustible, también se mantuvo estable en el 2,3%, ya que una pequeña ralentización del crecimiento de los precios de los servicios, del 3,3% al 3,1%, se vio compensada por un repunte de la inflación de los bienes, según datos de Eurostat publicados el viernes.
“Los últimos acontecimientos comerciales y la evitación de un conflicto comercial en toda regla han aliviado la presión sobre el BCE para que siga recortando los tipos en apoyo del crecimiento de la eurozona”, dijo Carsten Brzeski, economista de ING.
“Si a esto añadimos el nuevo debilitamiento del euro, así como el escaso pero positivo crecimiento del PIB en el segundo trimestre, el listón para una nueva bajada de tipos este año ha subido claramente.”
Los mercados financieros ven menos de un 50% de posibilidades de otro recorte de tipos este año, lo que indica que las condiciones para que se relaje la política monetaria parecen menos probables desde que la UE alcanzó un acuerdo comercial provisional con Estados Unidos.
Aunque los aranceles acordados del 15% serán negativos para el crecimiento y reducirán las presiones sobre los precios, gran parte de ellos ya se han descontado en los activos y el fin de la incertidumbre compensará algunos de los aspectos negativos.
También es probable que el gasto presupuestario adicional de Alemania, la mayor economía del bloque, compense parte del lastre del comercio, lo que podría indicar que la tímida recuperación de la zona euro continuará el próximo año, impulsada sobre todo por el consumo interno.
Sin embargo, algunos dirigentes monetarios temen que las barreras comerciales sean un lastre para los precios mayor de lo previsto y que el BCE no alcance su objetivo en los próximos años, como sucedió durante la década anterior a la pandemia.
De hecho, las propias proyecciones del banco sitúan la inflación por debajo del 2% hasta 2026, antes de que se produzca un repunte, y el banco ha advertido en repetidas ocasiones de que el aumento de las barreras comerciales podría obligar a China a empezar a vender al resto del mundo sus excedentes de exportación, lo que reduciría los precios.
No obstante, los economistas afirman que no hay indicios de que se esté produciendo tal tendencia.
“Los datos a nivel de país no sugieren hasta ahora ninguna señal de ‘dumping’ de productos chinos”, dijo Nomura en una nota. “La ausencia de ‘dumping’ de bienes chinos concuerda con los datos de comercio de volúmenes que tenemos a mayo, que indican que los aranceles de EEUU no han afectado significativamente a las exportaciones europeas a los EEUU o las exportaciones chinas a Europa”.
El “dumping” es una práctica comercial consistente en vender un producto por debajo de su precio normal o incluso por debajo de su coste de producción para obtener ventajas competitivas.
(Información de Balazs Koranyi; edición de Toby Chopra; edición en español de Jorge Ollero Castela)