MADRID, 14 ago (Reuters) – Un segundo bombero voluntario que sufrió quemaduras graves mientras luchaba contra un incendio en la provincia de León, en el norte de España, ha fallecido a causa de sus heridas, según ha informado este jueves un representante del Gobierno, mientras continúan ardiendo varios incendios en todo el país.
“Hoy lamentamos un nuevo fallecimiento de una persona que formaba parte del dispositivo que lucha contra los incendios en la provincia de León, concretamente en la comarca de la Valdería”, escribió Nicanor Sen, representante del Gobierno central en Castilla y León, la comunidad autónoma más grande de España, en una publicación de X.
Medios locales identificaron a la víctima, Jaime Aparicio, de 37 años, que sufrió quemaduras en el 85% de su cuerpo tras quedar atrapado junto a otro voluntario entre dos frentes cerca de la localidad de Nogarejas, mientras intentaban crear cortafuegos con desbrozadoras.
Su compañero Abel Ramos, de 35 años, falleció el martes, la sexta víctima mortal relacionada con incendios forestales en España este año. El lunes, otro incendio mató a un hombre en las afueras de Madrid.
Casi dos decenas de incendios seguían arrasando España el jueves, alimentados por el viento y el calor extremo. Unas 9.500 personas fueron evacuadas de sus ciudades y cientos recibieron la orden de quedarse en casa.
Al menos 14 carreteras estaban cortadas, según la Dirección General de Tráfico, y los trenes entre Madrid y Galicia, al noroeste de la península, permanecían suspendidos, según el operador ferroviario Adif.
España ha pedido ayuda a sus socios europeos para hacer frente a los incendios solicitando dos aviones antiincendios Canadair.
El fuego ha afectado hasta ahora a casi 440.000 hectáreas en la eurozona en lo que va de 2025, el doble del promedio del periodo desde 2006, según el Centro Común de Investigación del Centro Científico de la UE.
Los científicos afirman que el cambio climático agrava el riesgo de incendios en la región mediterránea debido a unas condiciones más cálidas y secas.
En España, las lluvias récord de esta primavera tras una prolongada sequía aceleraron el crecimiento de la vegetación, incluida la maleza, que se vuelve muy combustible en un verano seco.
(Información de David Latona; edición de Bernadette Baum; editado en español por Patrycja Dobrowolska)