Por Howard Schneider
JACKSON HOLE, EEUU , 22 ago (Reuters) -El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, apuntó el viernes a una posible baja de tasas en septiembre, pero no llegó a comprometerse, en comentarios en los que caminó por una delgada línea reconociendo crecientes riesgos para el mercado laboral, pero también dijo que persisten los riesgos de una mayor inflación.
“Aunque el mercado laboral parece estar en equilibrio, se trata de un curioso tipo de equilibrio que resulta de una marcada desaceleración tanto de la oferta como de la demanda de trabajadores. Esta inusual situación sugiere que están aumentando los riesgos a la baja para el empleo. Y si esos riesgos se materializan, pueden hacerlo rápidamente”, dijo.
“También es posible, sin embargo, que la presión al alza de los aranceles sobre los precios pueda impulsar una dinámica inflacionaria más duradera, y ese es un riesgo que hay que evaluar y gestionar”, agregó Powell.
Los comentarios los realizó ante una audiencia de economistas y responsables monetarios internacionales en la conferencia anual de la Fed en Jackson Hole, Wyoming.
“La estabilidad de la tasa de desempleo y de otras medidas del mercado laboral nos permite proceder con cautela al considerar cambios en nuestra postura monetaria. No obstante, con la política monetaria en territorio restrictivo, las perspectivas de referencia y el cambiante equilibrio de riesgos pueden justificar un ajuste”, dijo Powell.
Señaló que, si bien se espera que los aranceles impulsen los precios al alza, la hipótesis de referencia es que ese impacto sobre la inflación se desvanezca.
Los comentarios de Powell abren la puerta a un recorte de tasas en la reunión de la Fed del 16-17 de septiembre, pero también ponen un gran peso en los informes de empleo e inflación que se recibirán antes de esa fecha.
Ofrece poca orientación sobre qué tan pronto o qué tan rápido las tasas podrían seguir bajando, lo que probablemente avivará aún más la presión del presidente Donald Trump, quien sostiene que no hay riesgo de inflación y que la Fed debería reducir drásticamente de inmediato el costo del crédito.
Trump ha estado presionando a la Fed con peticiones de dimisión de Powell que se ampliaron esta semana a pedidos para que la gobernadora de la Fed Lisa Cook también abandone el cargo.
El discurso es el último de Powell como presidente, ya que su mandato finaliza en mayo. La administración Trump está tanto buscando un sustituto como presionando a Powell y a otros miembros de la Junta de Gobernadores para que dimitan con la esperanza de nombrar a una mayoría del órgano de siete miembros.
Junto a su actualización sobre la economía, dio a conocer un nuevo marco estratégico de la Fed que enfatiza que su mandato de máximo empleo depende de la estabilidad de precios.
Desde diciembre, la Reserva Federal ha mantenido la tasa de interés oficial entre el 4,25% y el 4,50%, ya que las autoridades empezaron a estudiar el posible impacto de las políticas de la administración entrante sobre la inflación, que se mantiene por sobre el objetivo del 2% fijado por el banco central y se prevé que aumente a medida que los nuevos aranceles a la importación repercutan en los precios al consumidor.
Algunos responsables monetarios, como el gobernador Christopher Waller, entre los que figuran en una lista de posibles sustitutos de Powell, sostienen que el impacto será modesto y de corta duración, y que los recortes de tasas están justificados ahora para proteger un mercado laboral debilitado.
Los datos económicos desde la última reunión de la Fed han tirado de los funcionarios en ambas direcciones, con un próximo informe de empleo para el mes de agosto que pesará en gran medida en lo que la Fed determinará en su próxima reunión, que incluirá nuevas proyecciones económicas de los responsables monetarios, que en junio anticipaban la necesidad de dos recortes de tipos de un cuarto de punto este año.
(Reporte de Howard Schneider; Reporte adicional de Ann Saphir; Editado en Español por Manuel Farías)