Por Emma Farge, John Irish y Parisa Hafezi
GINEBRA, 26 ago (Reuters) – Altos cargos de Irán y de las tres principales potencias europeas se reunirán el martes en Ginebra para debatir la exigencia de los occidentales de que Irán reactive las inspecciones nucleares y la diplomacia o se enfrente a la reimposición de las sanciones levantadas en virtud de un acuerdo de 2015.
Francia, Reino Unido y Alemania, conocidos como el E3, llevan mucho tiempo amenazando con provocar la reanudación de las sanciones en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas antes del 18 de octubre, fecha en la que expira un acuerdo nuclear, en gran medida extinto, alcanzado hace 10 años entre Teherán y las principales potencias.
Más recientemente, han afirmado que tienen previsto tomar una decisión antes de que acabe agosto, a menos que Irán ofrezca concesiones que puedan convencerles de aplazarlas durante un breve periodo de tiempo, lo que suele denominarse una prórroga. Las conversaciones son tensas, dado que Irán está furioso por el bombardeo de sus instalaciones nucleares por parte de Estados Unidos e Israel, aliados del E3.
“Vamos a ver si los iraníes son creíbles respecto a una prórroga o si nos están engañando. Queremos ver si han hecho algún progreso en las condiciones que establecimos para la prórroga”, dijo un representante del E3.
Estas condiciones son la reanudación de las inspecciones, incluida la rendición de cuentas sobre las grandes reservas de uranio enriquecido de Irán y la participación en la diplomacia, también con Estados Unidos. Irán ha descartado en repetidas ocasiones las conversaciones directas con Washington.
Israel y Estados Unidos han afirmado que necesitaban atacar las instalaciones de enriquecimiento de uranio de Irán porque el país estaba avanzando rápidamente hacia la fabricación de un arma nuclear.
Teherán niega cualquier intención de desarrollar bombas atómicas.
Irán ha estado enriqueciendo uranio hasta el 60% de pureza, a un paso corto del 90% de grado armamentístico. Antes de que comenzaran los ataques el 13 de junio, tenía suficiente material enriquecido a ese nivel que, de ser enriquecido aún más, alcanzaría para seis armas nucleares.
Sin embargo, la producción real de un arma llevaría más tiempo y el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) ha declarado que, aunque no puede garantizar que el programa nuclear de Teherán sea totalmente pacífico, no tiene indicios creíbles de un programa armamentístico coordinado en Irán.
Aunque las instalaciones de enriquecimiento iraníes han resultado gravemente dañadas o destruidas, Irán no ha permitido al OIEA acceder a ellas desde que fueron atacadas, argumentando que no es seguro para los inspectores. La situación y el paradero de las grandes reservas de uranio enriquecido de Irán tampoco están claros.
“Debido a los daños sufridos en nuestras instalaciones nucleares, tenemos que acordar un nuevo plan con el organismo y así se lo hemos comunicado a los responsables del OIEA”, dijo un responsable iraní.
Funcionarios occidentales han dicho que sospechan que Irán ha vuelto a las tácticas de negociación destinadas a ganar tiempo y alargar las conversaciones. El E3 intentará determinar en sus conversaciones del martes si ese es ahora el caso.
Teherán ha advertido de una “dura respuesta” si se reactivan las sanciones.
(Información de Emma Farge John Irish y Parisa Hafezi; redacción de Francois Murphy; edición de Alex Richardson; edición en español de Paula Villalba)