CIUDAD DE MÉXICO, 10 mar (Reuters) – El Gobierno de Colombia y la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) anunciaron el viernes que dieron los primeros pasos para acordar un cese al fuego bilateral en la negociación de paz con la que buscan la salida de ese grupo rebelde del violento conflicto armado en el país sudamericano.
Un acuerdo de cese bilateral de hostilidades sería el avance más importante en los diálogos, que reanudaron las partes en noviembre en Venezuela como parte de los esfuerzos del presidente Gustavo Petro para lograr una “paz total” que ponga fin a un conflicto armado de casi seis décadas que ha dejado 450.000 muertos.
Las dos partes también acordaron una nueva agenda para el diálogo de paz, que incluye la participación de la sociedad para lograr a través de un pacto nacional las transformaciones políticas, sociales, económicas, ambientales y culturales que requiere el país.
“Pudimos abordar los temas más urgentes, sentidos y sensibles como el cese al fuego. Es un reclamo de toda la nación colombiana, paren la violencia señores armados y ese grito lo hemos escuchado y sentimos que lo han escuchado los de la delegación del ELN”, dijo el jefe del equipo de negociación del Gobierno colombiano, Otty Patiño.
“Dimos los primeros pasos para concretar un cese al fuego bilateral nacional y temporal que creará mejores condiciones para la movilización y participación de los colombianos en el proceso de paz”, declaró por su parte el líder de la delegación del ELN, Pablo Beltrán. “Solamente la paz hace viable nuestro país.”
Un tercer ciclo de conversaciones comenzará próximamente en Cuba después de una pausa.
México, Noruega, Venezuela, Cuba, Brasil y Chile participan como países garantes en la negociación.
Petro anunció antes de Año Nuevo un acuerdo con el ELN para suspender las hostilidades, que fue negado días después por el grupo rebelde, provocando un impasse que obligó a ambas partes a mantener conversaciones de emergencia en Caracas para superarlo.
El ELN, que cuenta con unos 2.500 combatientes y es considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea, inició una negociación con el Gobierno del expresidente Juan Manuel Santos en 2017, que suspendió en 2019 su sucesor Iván Duque tras un ataque con un carro bomba en Bogotá que dejó 22 cadetes de policías muertos.
Las negociaciones de paz de anteriores gobiernos con el ELN, que es acusado de financiarse del secuestro, la extorsión, el narcotráfico y la minería ilegal, no avanzaron por sus posiciones radicales, una cadena de mando difusa y disensos entre sus filas.
Petro también busca iniciar negociaciones de paz con dos disidencias de las FARC y prepara una ley para ofrecer a las bandas criminales un sometimiento a la justicia a cambio de una reducción de penas de cárcel.
(Reporte de Luis Jaime Acosta, editado por Nelson Bocanegra)