La vara más baja del FMI para Argentina ya parece demasiada alta

Por Jorgelina do Rosario y Rodrigo Campos

LONDRES/NUEVA YORK, 5 abr (Reuters) – El Fondo Monetario Internacional (FMI) le ha dado algo de respiro a Argentina al suavizar las metas económicas en su préstamo de 44.000 millones de dólares, pero algunos pronósticos más optimistas que la realidad podrían derivar en un nuevo fracaso.

El FMI recortó esta semana el nivel de reservas de divisas que Argentina necesita acumular para fines de este año en 1.800 millones de dólares, citando una gran sequía que ha afectado la producción de soja y maíz, los principales productos de exportación. El organismo rebajó bruscamente el objetivo para el primer trimestre.

Pero los analistas señalaron algunas presunciones “optimistas” en la revisión del país del prestamista con sede en Washington, diciendo que los objetivos de inflación, la producción de cultivos, los objetivos fiscales e incluso las metas de acumulación de reservas ya parecían estar fuera del alcance de Argentina.

El FMI fijó la inflación para 2023 en un 60% frente a la mayoría de las previsiones de los analistas por encima del 100%. Ha recortado su perspectiva para la soja, su principal cultivo, pero a 45,5 millones de toneladas por encima del pronóstico de las bolsas de granos locales que prevén una cosecha de 25 a 27 millones de toneladas. Su pronóstico de crecimiento en 2% se dispara y muchos prevén una contracción.

“En nuestra evaluación, estos pronósticos son demasiado optimistas”, escribió Sergio Armella, de Goldman Sachs, en un informe, y agregó que parecía poco probable que Argentina hubiera alcanzado las reservas ajustadas y los objetivos fiscales para el primer trimestre recientemente completado.

Armella agregó que Argentina, el mayor deudor del FMI, enfrentará presiones cada vez mayores más adelante en el año a medida que el país se acerca a las elecciones presidenciales de octubre, donde el Gobierno enfrenta una batalla por mantenerse en el poder, con crecientes niveles de pobreza.

“El riesgo de que las autoridades se desvíen aún más de los objetivos del programa aumentará antes de las elecciones presidenciales de octubre y las elecciones (primarias) del verano (boreal)”, dijo.

El FMI no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

¿COMPROMISO CON EL PROGRAMA?

Argentina, un moroso en serie que ha luchado durante mucho tiempo contra la alta inflación, la debilidad de la moneda y el endeudamiento, llegó a un acuerdo de 57.000 millones de dólares con el FMI en 2018 para tratar de solucionar sus problemas económicos. Ese acuerdo fracasó y el año pasado se acordó un nuevo programa.

Sin embargo, los altos precios globales vinculados a la guerra en Ucrania y una de las peores sequías de la historia de Argentina han afectado la capacidad del país para estabilizar su economía y acumular la moneda extranjera que tanto necesita, poniendo bajo presión incluso el nuevo acuerdo.

“El compromiso de apegarse al programa (…) podría volverse más desafiante a medida que se acercan las elecciones”, dijo Stuart Culverhouse, economista jefe y director de investigación de renta fija de Tellimer Research.

“La evidencia de un compromiso debilitado, en todo el espectro político, podría poner en peligro la finalización de las próximas revisiones”, agregó.

Esas revisiones de cómo le está yendo a Argentina frente a sus objetivos económicos están vinculadas a los desembolsos programados de fondos. El incumplimiento de las metas podría estancar el programa u obligar al FMI a ajustar aún más las metas.

Kimberley Sperrfechter, economista para América Latina de Capital Economics, escribió en una nota que seguía siendo una “orden difícil” para Argentina cumplir con su objetivo de acumulación de reservas para fin de año, a pesar de que se redujo a 8.000 millones de dólares desde 9.800 millones de dólares.

Los objetivos de reservas netas del FMI son la cantidad que Argentina necesita acumular a lo largo del tiempo por encima de una línea base de 2.277 millones de dólares a fines de 2021. Los funcionarios del FMI dijeron que para el 23 de marzo, las reservas netas estaban alrededor de 1.000 millones de dólares por debajo de la meta de fines de marzo.

“La sequía histórica que aflige a Argentina provocará una contracción del PIB más pronunciada de lo que la mayoría espera este año e intensificará las tensiones en la balanza de pagos al reducir los ingresos por exportaciones en una suma del 2% al 3% del PIB”, dijo.

“Eso dificultará el cumplimiento del objetivo de reserva de divisas del FMI (revisado a la baja) y aumenta el riesgo de una devaluación desordenada”, concluyó.

(Reporte de Rodrigo Campos en Nueva York y Jorgelina do Rosario en Londres; Gráfico Hernán Nessi; Traducido por Lucila Sigal; Editado por Adam Jourdan, Jonathan Oatis y Jorge Otaola)

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